Prólogo

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Muchos dicen que los deseos y las promesas se desvanecen con el pasar del tiempo y muy pocas pueden ser logradas a cumplirse...
Pero cuando amamos a alguien con todo nuestro ser y somos capaces de dar nuestra propia vida por esa persona. Aquellos deseos y promesas, pueden realmente ser cumplidos...

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-Doctor Eggman.- menciona una eriza castaña con algunos mechones rojos.
-¿Está seguro de hacer esto?-

-¡Es verdad, Doctor!- dijo Cubot

-¿Realmente quiere retomar algo que tiene más de 50 años?- pregunto Orbot mirandolo

-¡Silencio!- grito Eggman mientras se acercaba a una cápsula. -Estoy más que seguro, esta será la mejor idea que he tenido.- concluyó sonriendo y riendo maliciosamente.
 












-Ah~~ Bueno parece que todo regreso a la normalidad.- dijo Sonic mientras llevaba con un gran plato de chilidos.

-Si, claro Sonic.- comento Amy no muy convencida de dichas palabras.

-Has actuado muy diferente desde la cueva, ¿Acaso sucede algo?- agrego Tails intrigado.

-Jaja, ok, les cuento, es que la cosa más loca paso, justo después de que...- el erizo no pudo terminar pues fue interrumpido por un estruendo.

Sonic voltea a ver y ve como una extensa ola azul se exparce por todo el lugar, empujándo al grupo de amigos y apareciendo una enorme sombra.

-Ay, tiene que ser una broma.- se quejo Sonic poniendo su mano en su cara. -¡Ok, equipo! ¡A toda velocidad!- y así, el erizo y su amigos se fueron a la acción.















  En otra parte un poco lejos en Green Hills, un erizo aparece y suspira aliviado.

-Ah~ finalmente, todo termino. ¡¿Uh?!-  estaba por relajarse aún más, pero la honda azul lo interrumpio y volteo a ver. -¿Ahora que? ¡Ah!- se sorprendió al ver una nave muy conocida.

-Esto tiene que ser una broma.- dijo con evidente cansancio.
















En un laboratorio, la eriza castaña se encontraba caminando en dirección a la cápsula mientras miraba hacia dentro de el...

«Pobre criatura...» pensó mientras la miraba con lastima y baja su mirada a una libreta en sus manos. «Si lo que dice en este diario es verdad...» vuelve a ver al ser. «Tanto él como tú, sufrieron mucho.» concluyó tristemente.

-¡Hum!- reacciono al sentir algo. -¿Y eso que fue?- susurro volteando mientras desaparecía la libreta.

-¡Señorita Camil!- llamo uno de los robots de Eggman.

Eᴄʜᴏᴇs Oғ Tʜᴇ Pᴀsᴛ Aɴᴅ Iɴᴛᴇʀᴛᴡɪɴᴇᴅ Dᴇsᴛɪɴɪᴇs: SʜᴀᴅᴀʀɪᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora