"Nuestra Unión"

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Las cosas en Ahtohallan estaban siendo complicadas para todos; Alek seguía en busca de sus amigos con la angustia de no saber si los encontraría con vida... Ben, Andina y los VK's aún estaban en la espera de que Carlos despertara, Mal y Uma hacían lo posible para mantener el hechizo que aminoraba el frío... Y Avan por su parte, tenía una lucha interna entre continuar con su pacto y lastimar a Alek, algo que probablemente ella jamás le perdonaría o aceptar los sentimientos que estaban creciendo por ella.

En Arendelle y Auradon las cosas no estaban mejor... El frío, la nieve y el hielo se apoderaban de todo poco a poco, la gente comenzaba a sentir los estragos del gélido clima, sin embargo, Elsa, Jack y Aren trataban de ayudar en lo que pudieran, pero era un poder mas grande y controlarlo estaba siendo difícil.

Jack miraba por uno de los balcones del castillo, estaba agotado, viajar de Auradon a Arendelle para poder vigilar y tratar de mantener el control con el clima era una tarea por demás difícil y que le estaba consumiendo fuerza, pero eso no era lo único que tenía en su cabeza.
-Jack... Estás bien?- preguntó Elsa un tanto preocupada, por supuesto que su esposo era fuerte, pero esto estaba a otro nivel, incluso para ellos.
-Si, no te preocupes, me encuentro bien...- musitó Jack. Elsa solo le dedicó una fija mirada, sabía que le estaba mintiendo.
-Tenemos muchos años juntos cariño... Qué ocurre? Estás preocupado por Alek, cierto?- preguntó la reina.
Jack reaccionó ante su pregunta, preocupado?... Claro que lo estaba, se trata de su hija, su pequeña hija... Jack no mostraba sus sentimientos muy a menudo, pero la unión entre él y Alek era especial, el no saber que era lo que estaba ocurriendo con ella lo estaba angustiando demasiado.
-Aleksandra es fuerte... Sé que logrará... Logrará salir de lo que sea que este atravesando...- dijo él apretando sus puños.

Elsa suspiró mirando también por el balcón, sin quererlo, había provocado algo aún más grande que la profecía que había visto cuando el nacimiento de Aleksandra; no solo su reino estaba en peligro, Auradon y los demás también estaban padeciendolo,...

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Elsa suspiró mirando también por el balcón, sin quererlo, había provocado algo aún más grande que la profecía que había visto cuando el nacimiento de Aleksandra; no solo su reino estaba en peligro, Auradon y los demás también estaban padeciendolo, su hija estaba lejos de ellos... Y ni siquiera sabían si estaba bien, si seguía con vida, el hecho de que la nieve haya invadido los reinos no era para nada una buena señal.
-Todo esto es mi culpa Jack... En mi afán de evitar que Aleksandra cometiera los mismos errores que yo... O que esa profecía se cumpliera, algo aún más grande y que se me ha salido de las manos se desencadenó...- musitó Elsa.
Al parecer Elsa estaba verdaderamente arrepentida.
-Se que estabas asustada... Todos los estábamos... Cómo ya lo sabemos, los poderes de nuestra hija no son algo que debamos tomar a la ligera y menos si no podía controlarlos... Esto es algo más grande Elsa... Incluso que tú y yo...- decía Jack sin dejar de mirar hacia afuera.
En ese momento Anna entro a la habitación donde ambos estaban, la situación estaba empeorando, los barcos en el mar no podían seguir avanzando, se congelaban junto con el agua. Ariel y Tritón ya habían llamado para hacer saber la grave situación en la que se encontraba gran parte del océano.
-Elsa, Jack... La situación empeora cada vez más, que podemos hacer?- preguntó Anna muy angustiada, esto le traía recuerdos un tanto amargos.
-Elsa, ve con Anna y ponte en contacto con Ariel para hacerle saber el plan de rescate... Yo pensaré en una manera de rescatar a las personas que estén en los navíos...- dijo Jack.
Elsa y Anna asintieron y se dirigieron a hacer lo propio.
Jack clavó su mirada nuevamente hacia afuera.
-Alek... Sea lo que sea... Por favor... Supéralo y regresa a casa...- musitó mirando hacia el océano.

Helado Corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora