"Sombra de inseguridad"

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*
El fin de semana había llegado, estaban en fechas de exámenes, así que los chicos estaban completamente exhaustos, pero bendito sábado estaba aquí. Alek y Carlos iban bastante bien, ambos disfrutaban la compañía del otro, sin embargo, Alek aún padecía esos pequeños pero taladrantes episodios de dolor en el pecho, pero prefirió mantenerlo en secreto, aún cuando Carlos le había pedido hablarlo, Mal y Uma también se habían dado cuenta y lo que percibían en ella las hacia estar alerta y un tanto preocupadas.

PV Alek

Estaba profundamente dormida hasta que las pesadillas me habían hecho despertar como de costumbre, estaba muy cansada, había sido una semana pesada para mí y para todos, solo quería descansar un poco pero parecía que mi sueño no iba a cooperar... Tampoco mi corazón y mucho menos mi mente. Las cosas con Carlos iban de maravilla, me sentía muy feliz, sin embargo hay algo que me tiene consternada y no se del todo que es... por otra parte... Mi madre... siento que ella no estará de acuerdo, sus palabras aún están en mi cabeza... "No haz de abrir tu corazón".
Me quedé un largo rato mirando el techo, pero casi podía escuchar las palabras de mi madre, me cubrí con mi almohada y después me levanté de golpe.

(N/A: Modificaré un poco la letra para que quede con la situación de Alek)

*inicia la canción*

Madre... Puedo oírte, déjalo...
Hay quien se arriesga y lo haré...
Más de mil razones hay para seguir igual...
Oigo tus susurros que ojalá se fueran ya, oh... *Cubre sus oídos*
Oh oh...

No habla una voz, es sólo tú miedo en mi interior....
Y aunque te oyera... y es que no,
No hay más que hablar, adiós,
Todo aquel que he querido está en este lugar... *Mira una fotografía dónde está con los VK'S*
Perdóname madre, no te voy a escuchar!
Viví ya mi castigo y todo quedo ahí,
Tengo miedo de seguirte y no arriesgarme a ir...

Mucho más allá!
Mucho más allá!
Mucho más allá... *Abre su ventana*
(Oh)
(Oh)

Madre ¿Qué quieres tú? Ya no me dejas ni dormir...
¿Has venido a advertirme? No me quieras confundir... *En su reflejo pudo mirar la figura de Elsa y notó como su cabello se tornaba blanco casi por completo*
O tal vez es que soy alguien muy parecido a tí...
Que en su interior sabe el peligro que hay en mí...
Cada día es más difícil según crece mi poder,
Pero algo hay en mi interior que quiere ir...

Mucho más allá!
Mucho más allá!
Mucho más allá...
(Oh)
Oh oh oh... *Su habitación comenzaba a congelarse*

Me percaté que mi habitación se estaba congelando, puse mis guantes y trate de calmarme.... Vi mi reflejo en el espejo nuevamente.
- Qué pasa aquí?...- me pregunté tocando mi cabello, desde la raíz hasta poco más de la mitad era completamente blanco y se volvía azul hasta las puntas, esto era algo completamente extraño.

Decidí vestirme... Eran las 8:00 AM, muy temprano aún y supuse que los demás estarían descansando, lamentablemente yo ya no podía, así que preferí ir a buscar algo para el desayuno; salí de mi habitación y caminé por los pasillos hasta el jardín para llegar a la cafetería, cuando me encontré con Audrey, llevaba su traje de porrista, su cabello recogido en una coleta alta.
- Oh... Frost, buenos dias- dijo sonriendo.
Solo la miré... Buenos días? Desde cuándo me saluda?.
- No me vas a responder el saludo? Qué rudo de tu parte...- me miró con una fingida decepción.
- Nunca me saludas, pero... De acuerdo, buenos días...- respondí fingiendo mi sonrisa.
- Supe que estás saliendo con Carlos, que rápido se olvidó de Jane, no crees?- mencionó haciendo estiramientos, aparentemente estaba calentando para la práctica.
- Lo ocurrido con Jane no es asunto mío... Ni tuyo... Ahora, si me disculpas...- dije molesta dándome la vuelta para irme, cuando ella me tomo de la muñeca muy fuerte haciéndome volver a mirarla.
- Jane es de mis mejores amigas y... No sé, creo que debería recuperar a Carlos, Jaidev no es su amor de verdad y por el contrario, creo que Carlos realmente lo es...- dijo sonriendo.
La miraba fijamente, podía sentir como mi sangre comenzaba a calentarse, empezaba a enojarme de verdad, para su fortuna llevaba puestos mis guantes, sin embargo sentía algo diferente en mi, sentí una punzada en el pecho pero esta vez no me dolió, fue solo como un latido muy fuerte, me sentía diferente, ese miedo que siempre le tuve se esfumó por un momento, la tomé de la muñeca con mi otra mano muy fuerte y la miré ya muy molesta.

Helado Corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora