Helado Corazón ©

"Día de la familia"

PV Alek

Durante estos días no había visto bien a Carlos, evidentemente me estaba evitando... Pero no entendía el porqué y me sentía muy desanimada por esa razón, me hacía falta su compañía... Era la mañana del sábado y todos se estaba preparando para recibir a sus familiares por el "día de la familia", era la primera vez que algunos de los villanos estarían aquí para festejar con sus hijos, aún cuando la barrera estaba rota, ellos seguían viviendo en la isla, en mejores condiciones claro... Quería saber cómo se sentía Carlos con respecto a tener a Cruella aquí, he sabido por él que no tenían la mejor relación...
Caminaba por los pasillos directo a la cafetería ya que tenía un poco de hambre y quería desayunar antes de comenzar a prepararme para recibir a papá y mamá junto con mi hermano, entonces ví a Mal un poco... Estresada.
- Mal, estás bien?- pregunté acercándome hasta donde estaba.
- Alek! Hola, umm... Sí creo que sí, eso lo qué... Me siento algo nerviosa, es la primera vez que organizo algo así por mi cuenta, bueno con Ben, pero me involucre mucho... Quiero que los de la isla lo disfruten tanto como los de Auradon- dijo suspirando.
- Se que todo saldrá genial Mal, he visto el esfuerzo que pusiste, el de ambos... saldrá de maravilla, ya veras- dije poniendo mi mano en su hombro.
- Gracias Alek, eso espero... Quieres comer algo? Te acompaño- dijo Mal.
Ambas llegamos a la cafetería y pedimos un poco de fruta y waffles, nos sentamos y comenzamos a desayunar.
- Oye Mal... Sabes que ocurre con Carlos?...- pregunté dejando de comer.
- No estoy segura Alek, aparentemente ha estado de mal humor estos días, no ha querido hablar con nosotros, ni siquiera a Jay le ha dicho que ocurre- dijo Mal mirándome.
- Me ha estado evitando también Mal... Y eso me hace sentir... Triste...- dije dejando los cubiertos en la mesa, realmente, a pesar de tener un poco de hambre no podía pasar bocado.
- Tranquila Alek, mmmmm... Vamos con los chicos y pensemos en algo antes de que la fiesta comience, aún es temprano- dijo Mal.
- De acuerdo...- respondí desanimada.
Mal terminó su desayuno y fuimos a reunir a los demás en casa de Evie.
- Entonces... Ninguno sabe que rayos está pasando con DeVil?- dijo Uma cruzando los brazos.
- No, yo trate de hablar con él pero no me lo permitió- dijo Evie con las manos en la cintura.
- Tampoco he tenido suerte- añadió Jay.
Carlos no había querido hablar con ninguno de ellos tampoco... Por qué querría hacerlo conmigo?... Había olvidado mis guantes, la angustia me estaba haciendo una mala jugada, el lugar comenzaba a tornarse frio.
- Wow... Evie, por qué tienes encendido el aire acondicionado?- dijo Jay frotándose los brazos.
- Jay, no está encendido- dijo Evie presionando los botones del control del aire acondicionado.
- No es ese aparato... Es Frost- dijo Uma mirándome.
Todos me miraron y notaron que mis manos estaban descubiertas.
- Le traeré unos guantes antes de que congelé todo...- dijo Evie y rápidamente se fué.
- Hey... Primor... Cálmate- decía Harry acercándose a donde estaba sentada.
Cuando reaccioné hablo tenía a un lado de mí, mirándome fijamente algo preocupado.
- Lo siento, Harry... Dijiste algo?- pregunté sacudiendo mi cabeza.
- Dijo que te tranquilíces Frost, antes de que nos conviertas en paletas de hielo- dijo Uma suspirando y sentándose frente a mi.
Al escucharla miré a mi alrededor y ví como todos sacaban humo por la boca gracias al frío que estaba provocando, miré mis manos... Claro, había dejado mis guantes, con Aren no era necesario usarlos y Carlos me había pedido que no los usará... Creo que me estaba acostumbrando... Apareció Evie de nuevo y con una sonrisa se acercó a mi dándome un par de guantes.
- Gracias Evie... Y lo siento...- dije sonriendo levemente.
- Bueno, nadie sabe que pasó con Carlos.... Y la fiesta está a pocas horas de empezar, debemos prepararnos para recibir a nuestros padres... Si Carlos quiere seguir en su rabieta, déjenlo, ya hablará- dijo Mal poniéndose de pie.
La miré y di un gran suspiro, me puse de pie y me despedí de todos para ir a prepararme.
Camino a mi dormitorio me tope con Carlos frente a frente, el solo me miró fijamente y después se alejó de mí rápidamente, sin darme oportunidad siquiera de decir hola.
Cuando llegue a mi habitación me tiré en la cama unos segundos, sentía un pesar muy grande, pero necesitaba alistarme ya.