"Pesadillas"

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PV Carlos

Cuando fuimos a nuestra habitación, caímos rendidos al momento... después de un rato me desperté, sentía mi garganta seca así que bajé por algo de agua a la cocina, la serví en un vaso y me dirigía de nuevo a la habitación cuando la ví... era Alek, estaba en la sala sentada, abrazando sus rodillas, podía escucharla llorar me acerqué y ella levantó la mirada sus ojos estaban rojos y llenos de lágrimas, deje el vaso sobre la mesa de centro y me acerqué despacio, conforme lo hice ella comenzó a llorar más, rápidamente me senté a su lado... La abracé, la abracé muy fuerte, ella bajo sus rodillas y escondió su rostro en mi cuello, se aferró a la camisa de mi pijama mientras yo recargaba mi mejilla sobre su cabeza, acariciaba su cabello y su espalda tratando de confortarla; me rompía el corazón verla así, toda la imágen que tenía de ella horas antes se estaba cayendo a pedazos, podia sentir cómo mi cuello se humedecia con sus lágrimas... Estuvimos un rato así, cuando la sentí tranquila me separé un poco para mirarla.
- Alek... Qué pasó?- dije tomando su rostro entre mis manos, retirando mechones de cabello sobre el y limpiando sus lágrimas con mis pulgares.
- Pesadillas... Esas estúpidas y aterradoras pesadillas Carlos... No me dejan en paz...- dijo ella mirándome a los ojos, sus hermosos ojos turquesa ahora estaban empañados de lágrimas y acompañados de un color rojizo.
- Alek, qué es lo que pasa en esas pesadillas?- pregunté preocupado, debía ser algo terrible para ponerla así.
- Todo se remonta a lo que pasó hace dos años Carlos...- dijo ella desviando la mirada.
- Alek, te pido que me tengas confianza, sé que Ben y Andina saben lo que pasó... Por favor, cuéntame para poder ayudarte...- le dije suplicante.
- Dicen que... Todos tenemos algo de maldad, nadie puede ser puro y bueno por completo... En mi sueño pasa eso... Soy yo, mi magia... Haciendo daño... Hace dos años ocurrió un accidente...- hizo una pausa mordiéndose el labio inferior -pero no fue a propósito Carlos, yo... Yo no quise...- ví como sus manos comenzaron a temblar, las tomé y las apreté con las mías.
- Tranquila, estoy aquí, solo mírame y continua...- dije de forma suave sin quitar mi vista de su rostro.

PV Alek

La mirada de Carlos estaba sobre mí, sentía que quería contarle, sacar mi dolor con él, estaba a punto de hacerle saber todo lo que había pasado, tenía mis manos entre las suyas, estaba muy asustada y ansiosa... Pero ya no podía detenerme, así que comencé a hablar...

*Inicio del flashback, hace dos años en la preparatoria Auradon*

Me dirigí a mi casillero, Audrey y Chad no han dejado de fastidiarme... Abrí mi casillero y estaba llena de notas con mensajes desagradables...
- Esto ya es demasiado... Primero roban mis cuadernos y rompen mis tareas... Ahora esto? Creo que es momento de hablar con Ben- dije ya algo hastiada de tener que lidiar con esos dos. No era lo único que me habían hecho, también me han tirado comida encima haciéndolo parecer un "accidente", Audrey hizo su común rabieta para sacarme del equipo de porristas... Enfrentarlos ya me estaba cansando.
Terminé mis clases y fui a buscar a Ben al campo de tourney.
- Ben!- grité llamándolo con mi mano también.
- Frosty, hey... Qué pasa?- dijo él acercándose.
- Necesito hablar contigo, tienes un minuto?- pregunté.
- Claro, la práctica terminó, vamos- dijo sonriendo.
Nos sentamos en una de las bancas del campo, suspiré de forma profunda.
- Ben, sé que estás ocupado con lo de la coronación y en tu primer proclama real sobre traer a los hijos de los villanos, pero la situación con Audrey y Chad ya se está saliendo de control- dije en un tono serio.
- A que te refieres Alek?- dijo él sonriendo inocente.
Ha estado ocupado y creo que realmente no ha puesto atención a mis quejas anteriores... Y no lo culpo, en verdad no.
- Ben, te lo dije hace unos días, Audrey me sacó del equipo de porristas, han estado poniendo notas desagradables en mi casillero, esos "accidentes" en la cafetería a la hora de comer...- dije cruzando me de brazos.
- Alek, quizá estás imaginando cosas... Tómalo con calma sí? Tranquila, si vuelve a pasar algo házmelo saber- dijo aún sonriendo, a veces es muy amable, muy inocente... Y muy tonto.
- Está bien, Ben...- dije desanimada.
- Debo irme Frosty, te veré más tarde- me dió un pequeño beso en la cabeza.
- Sí, Benny-Boo...- dije apoyando mi barbilla sobre mi mano.
Sorprendentemente, después de esa charla con Ben, las cosas se tranquilizaron bastante, Chad se portaba amable conmigo, incluso comenzaba a agradarme... Pasábamos tiempo juntos y le tomé cariño.
El fin de semana había llegado y con el un baile para celebrar el aniversario de la unión de varios reinos que daría nacimiento a Auradon, Chad me había pedido que fuera su cita para el baile, me sentía emocionada.
Me alisté y llegue al gran salón, afuera estaban Chad y Audrey.
- Hola "Frosty"- dijo Audrey en un tono sarcástico.
- Ugh... Tú no me llames así, que quieres?- dije mirándola con desagrado.
- Me dijo Chad, que iría al baile contigo, lo cual me sorprendió- dijo ella fingiendo sorpresa.
- Si, así es...- dije mirando a Chad.
- Oh... Qué crees Alek?, cambié de opinión, no quiero ir al baile con un fenómeno como tú...- dijo Chad sonriendo.
- De que estás hablando?...- pregunté confundida.
- Oww... Alek, cariño, dime... En verdad creíste que Chad quería ir contigo? Por favor! Piénsalo, tu vestido está mojado y roto, que desagradable sería entrar con alguien que se ve así..- dijo Audrey rodeandome.
- De que rayos estás hablando? Mi vestido no...- sentí de pronto como encima de mi caía algo helado... Mi vestido comenzaba a humedecer, Audrey comenzó a tirar de mi vestido hasta romperlo.
- Si, si lo está- dijo ella cruzandose de brazos, se acercó hasta mí y susurró -Esto es por haberme acusando con Ben, escuché todo lo que le dijiste, pero sabes qué? Él no te creyó... Esto es lo que mereces, fenómeno... Vámonos Chad!- dijo Audrey tronando sus dedos.
Podía sentir como mi sangre hervía de coraje, rabia y frustración, levanté mi mirada y dirigí mis manos hacia ellos... Lancé hielo a Audrey con una de mis manos, estaba congelando sus pies hasta su cintura.
- ALEKSANDRA!!! Qué haces!?- grito Audrey.
Miré a Chad que estaba a punto de correr aterrado, pero con mi otra mano hice un muro de hielo que lo apresó con fuerza contra una de las puertas del salón, estaba enojada, cansada, triste...
- Alek, cálmate, vamos a hablar si?- dijo Chad suplicando, escucharlo solo me hizo enojar más, así que aplique más fuerza al empuje del hielo.
El alboroto de ambos fue tal que todos los presentes en el baile salieron, me miraban sorprendidos y aterrados.
- Alek! Detente!- gritó Adam.
- Alek, vamos, tranquila, déjalos ir...- escuché a Ben decir intentando acercarse.
Audrey llevaba hielo hasta los hombros y Chad comenzaba a toser por la presión, Ben se acercaba más a mí.
- No te acerques Ben! Aléjate! Tú... No quisiste escucharme!...- dije mirándolo.
- Alek por favor... Déjalos ir...- se acercaba más y más y eso me ponía nerviosa... Cuando estuvo lo suficientemente cerca, me tomo de los brazos rompiendo la magia, Audrey cayó al piso y Chad se quedó sentado tratando de recuperar aire.
- Tú no me creíste!- grité y puse mi mano en el pecho de Ben... Sentí como la magia corrió por mi brazo y cuando reaccione, el hechizo ya había golpeado su corazón.
- Ben?... Ben?!... - dije sosteniendolo en mis brazos, había congelado el corazón de mi mejor amigo...

*Fin del flashback*

- Lo llevaron a la enfermería... Llamaron a mis padres, y ellos explicaron que solo un acto de amor de verdad descongela el corazón... Afortunadamente la preocupación y amor de Belle y Adam fue suficiente para liberarlo del hechizo antes de que se convirtiera en una estatua de hielo... Pero mis padres decidieron que lo mejor era que yo me fuera de Auradon hasta que pudiera controlar mis poderes, Belle y Adam estuvieron de acuerdo... Y así es como regresé a Arendelle... Pero después de todo, no conseguí controlarlos... Solo contenerlos...- dije mirando mis manos cubiertas por los guantes.
- Y todo eso ocurrió por Chad y Audrey... Por eso es que te altera tanto que estén cerca... Alek, lo que esos dos te hicieron fue terrible y que Ben no te escuchara también...- dijo Carlos, atónito ante lo que acababa de escuchar.
- Por eso siempre llevo los guantes... Tengo miedo de perder el control de nuevo... Carlos... En mi pesadilla, esta vez estaban ustedes... Estabas tú... Y te hacía daño Carlos!- dije comenzando a alterarme, el tomó mis manos y me miró a los ojos.
- Alek... Sé que lo que pasó hace dos años fue terrible, pero no fue culpa tuya... Fue ese cúmulo de emociones causado por el abuso de Audrey y Chad, sumado a tu decepción al no ser escuchada por Ben... Déjame ayudarte Alek...- dijo él.
- No Carlos... No puedo y no quiero estar cerca de ustedes, no quiero lastimarlos... No lo entiendes?!- dije safando mis manos de las suyas -entre menos sepas de mi, será mejor...- musité bajando la mirada.
- Alek, si tú intención desde un inicio era no dejar que nos acercaremos a ti... Entonces por qué? Por qué venir a la fiesta? Por qué mostrarnos esa Aleksandra de hace un rato? Fue una falsedad?- dijo él mirándome algo decepcionado.
- No!... No fue falso...- dije mirándolo.
- Entonces déjame ayudarte... déjame ayudarte a que esa Alek que ví hace un rato sea la que permanezca aquí, no la Alek llena de miedos, la que se esconde...- me miró directo a los ojos.
- No le cuentes nada a los demás, por favor...- dije suplicante.
- No lo haré...- tomó mi rostro limpiando las lágrimas con sus pulgares nuevamente, sus manos eran muy cálidas -Pero... Qué dices?... Me dejaras estar cerca de ti?... Déjame conocerte... Déjame ver más de esa Alek que ví hoy... Estoy seguro que podremos ser grandes amigos y yo te ayudaré en lo que necesites...- agregó sin despegar su mirada de mí.
Me sentía muy confundida en ese momento... En la pesadilla que acababa de tener, le hacía daño a Carlos, tal y como se lo hice a Ben... Pero de verdad quería aceptar su amistad, estar cerca, conocerlo...
- Está bien... Carlos... Pero prométeme que todo estará bien... Y que no me harás daño...- dije cerrando los ojos, de pronto sentí su abrazo... Me abrazó de forma firme, protectora... Quería responder, pero algo en mí me hacía titubear.

Narración General

Alek aceptó que Carlos se mantuviera cerca de ella, pero lo que ninguno sabía es que no era solo el miedo lo que le impedía acercarse de pronto a los demás... Esa dualidad de ser la Alek que siempre fue y la Alek distante y fría era porque su corazón se estaba congelando... Había pasado mucho tiempo ahogando su sentir y sus emociones en su afán de no lastimar a nadie, que esa magia helada estaba haciéndole daño a ella.

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Gracias por continuar leyendo!
Abrazos de oso para todos. 🐻🧸✨❤️

Helado Corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora