Aleksandra "Alek" Frost, es la hija de Elsa y Jack Frost, Ben es su mejor amigo, Alek estaba entusiasmada con la idea de dar oportunidad a los hijos de los villanos, lamentablemente no pudo ver esto ya que tuvo que irse mucho antes de la proclamació...
Tarrant estaba en Auradon, sentía mucho agradecimiento por su preocupación y el que se tomara la molestia de venir hasta acá solo por mi, las cosas con Carlos eran maravillosas, sin embargo, no sabía qué momento era el adecuado para ser "algo más", yo realmente no tenía idea y lo que Audrey menciono sobre que Jane quería recuperar a Carlos me ponía muy nerviosa... Qué tal si no era yo su amor de verdad? Y si solo vine aquí a reforzar el amor que se tenían?... No, no podría con eso, si antes estaba distraída, ahora estaba fuera de mí. No había tenido oportunidad de hablar con Tarrant desde que llegó, así que fui al castillo de Belle y Adam para tomar una taza de té con él, los VK's estaban ocupados en otras actividades, era el momento perfecto, incluso para hablar de la inseguridad que me hacía sentir el asunto con Jane. - Hola Tarrant...- dije llegando hasta uno de los jardines, dónde todo estaba ya preparado y él estaba esperándome. - Mi querida niña!- dijo poniéndose de pie y tomando mis manos, aún me veía de manera insistente, pero cuando fijaba su vista en mis ojos se tranquilizaba, eso quiere decir que seguía siendo yo, afortunadamente. - Oh Tarrant, anhelaba poder platicar contigo como cuando me visitabas en Arendelle- me senté en una silla frente a él. - Cuéntame, querida... Qué está pasando con mi Aleksandra correcta?- preguntó él. Cada vez que decía eso me hacía sentir extraña y comenzaba a creer que yo... Ya no era del todo yo. - Bueno... He tenido dolores muy extraños en mi pecho, como si se tratara de mi corazón... He sentido frío... Mi cabello está cambiando... Pero el cabello de Aren y el de mi padre es blanco... No crees qué se trate de algo referente a eso?- pregunté mirando mi taza de té. - Y haz hablado de esto con alguien más?- dió un sorbo a su té. - Sólo con Ben y algunas cosas con Mal...- dije suspirando. - Mi niña, veo que hay algo más que te está causando conflicto y no es precisamente esos cambios... Se trata de tu enamorado?- preguntó.
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- Ay Tarrant... No es precisamente él... Carlos es encantador y me gusta mucho... Es... La persona que él amaba antes la que me preocupa... Me dijeron que quiere recuperarlo... Carlos y yo no somos nada oficialmente... Qué tal si se decide por ella?- al decirlo y pensar en esa posibilidad me puse muy triste y sentí un profundo hueco en el pecho. - No creo que sea el caso... Quién te dijo eso? Hmmm... Seguro fuera esa Audrey, la chica de la cabeza horrible...- dijo Tarrant haciendo un gesto de desagrado. - Sí, fue ella...- - Bueno mi querida niña, si Carlos llegará a hacer eso, sería un completo lunático, pero a como yo lo veo... Él también siente un gran afecto por ti y crece cada vez más, lo noté cuando estuvo en Wonderland, yo le ayude con su cita y por la forma en la que me hablaba de tí, te digo con seguridad que no sería capaz de algo así... Pero si eso de verdad te tiene tan inquieta, deberías hablarlo con él- dijo Tarrant sonriendo. Tarrant muchas veces podría estar perdido en sus conversaciones y perder el hilo de la mayoría, pero en ciertos momentos tenía una lucidez y sabiduría increíble, tenía mucha razón, en lugar de hacer conjeturas debería hablarlo con el propio Carlos y no dejar que las malas intenciones de Audrey me perturben. - Querido amigo, tienes toda la razón, más tarde hablaré con él...- dije tomando un poco de té y comiendo algunos bocadillos. - Todo resultará a tu favor mi querida niña y estarás bien... Y si algo pasa, estaré aquí para hacerte sonreír-. Continuamos hablando un rato más hasta que llegó la hora en que debía volver a la preparatoria, me despedí de él y me marché. Al llegar fuí al dormitorio de Carlos a buscarlo, quizá podríamos cenar algo juntos y hablarle de lo que estaba sintiendo. - Carlos? Estás aquí?- dije tocando la puerta, la cual fue abierta por Jay. - Alek, Hola, Carlos no está aquí, pensé que estaría contigo- dijo Jay recargandose en la puerta. - Conmigo?...- pregunté. - Si, le dejaste una nota en su casillero, no?- preguntó Jay cruzando sus brazos. - No Jay, yo vengo del castillo de Ben, prácticamente estuve ahí toda la mañana y parte de la tarde... Dónde se supone que lo cité?- dije algo extrañada. - Creo que menciono el lago encantado- respondió él. - Esto es muy extraño... Iré a buscarlo, gracias Jay- dije dando la vuelta rápidamente para ir en busca de Carlos.
