Aleksandra "Alek" Frost, es la hija de Elsa y Jack Frost, Ben es su mejor amigo, Alek estaba entusiasmada con la idea de dar oportunidad a los hijos de los villanos, lamentablemente no pudo ver esto ya que tuvo que irse mucho antes de la proclamació...
Al llegar a la isla, me dirigí a casa, este lugar definitivamente no era Auradon, pero Ben había remodelado el lugar con nuestra ayuda y todo lucía diferente. Sentía como la tristeza y el enojo me invadía, no podía perdonarle a Aleksandra el haber jugado conmigo como lo hizo; suspiré y abrí la puerta, al entrar la cerré de golpe haciendo un ruido estruendoso que había asustado a mamá. - Por todos los abrigos de pieles!! Qué está pasando aquí?!- dijo llegando a la puerta. - Hola mamá...- respondí cabizbajo. - Carlos? Qué haces aquí, querido? No deberías estar en Auradon?- preguntó extrañada. - No me preguntes nada ahora, por favor...- respondí. - Está bien... Puedo prepararte algo de comer y cuando quieras hablar, estaré aquí- respondió.
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Eso era nuevo, desde que nuestros padres se reivindicaron, no había tenido muchas oportunidades de convivir con mi madre, pero debo decir que ese pequeño gesto, me pareció agradable, sin embargo no tenía ganas de absolutamente nada, así que solo negué con mi cabeza y me dirigí a mi habitación cerrando con seguro por dentro. Mi cabeza no daba más, estaba dolido, confundido, enojado. Cuando me tiré sobre la cama algo en mi chaqueta hizo ruido, era el collar que me había regalado, lo quité de mi cuello y lo miré... De verdad, solo había jugado conmigo?... Apreté en collar en mi mano y lo lancé lejos de mi. - Voy a quedarme aquí una larga temporada... No quiero volver, no quiero verla...- la forma en la que Jane me terminó, me había dolido... Pero está situación con Aleksandra iba más allá, estaba enamorado de ella y tiró todo a la basura, como algo sin importancia. No iba a volver a Auradon.
PV Cruella
La llegada de mi Carlos a casa me había tomado por sorpresa, por una parte, me alegraba tenerlo aquí, pero también me preocupaba el estado en el que llegó... Se veía tan triste y enojado. Me encontraba en la cocina preparando algo para comer y alguien llamó a la puerta, deje lo que hacía y me dirigí a abrir, encontrando a Evie y Jay del otro lado. - Hola Cruella- dijo Evie. - Chicos! Que grata sorpresa, adelante- dije abriendo paso para que pudieran entrar. - Cruella, está Carlos aquí? Es urgente que hablemos con él...- me dijo Jay. - Sí, aquí está, llegó hace un rato pero... Lo noté raro, no me permitió hacerle preguntas y se encerró en su habitación... Pasó algo en Auradon?- pregunté. Me contaron lo que había pasado con Aleksandra, no lo podía creer, en verdad había muerto? Y esa pelea que tuvieron antes de que todo pasara, algo me decía que tenía que ver con el hechizo que Elsa puso sobre ella. - Será mejor que ustedes se lo digan, vengan...- los lleve hasta hasta la habitación de Carlos, pero la puerta estaba cerrada por dentro. - Carlos, querido...Evie y Jay están aquí y necesitan hablar contigo, es urgente...- dije tocando la puerta. - No quiero hablar con ellos, no con nadie... Solo déjenme en paz!...- respondió él muy molesto. - Carlos... Soy Evie... Por favor, de verdad es de suma importancia que hablemos contigo... Se trata de Alek...- le dijo Evie con una suave y calmada voz. - Vayanse! No me interesa nada que tenga que ver con ella!...- volvió a responder muy enojado. - Carlos, soy Jay! Déjate de tonterías! Abre la puerta ahora!- gritó Jay muy enojado golpeando la puerta. Al no obtener respuesta, Jay forzó la puerta abriéndola. - Cruella, nosotros nos encargamos...- dijo Evie. - Estaré abajo por si me necesitan...- respondí y me retiré.
