Aleksandra "Alek" Frost, es la hija de Elsa y Jack Frost, Ben es su mejor amigo, Alek estaba entusiasmada con la idea de dar oportunidad a los hijos de los villanos, lamentablemente no pudo ver esto ya que tuvo que irse mucho antes de la proclamació...
Habíamos llegado a la enfermería, Carlos me dejó sobre la camilla y la enfermera comenzó a revisar mi pierna. - Ouch!!... Eso arde...- grité. - Fue una gran caída cierto? De milagro no necesitas puntos en esta herida- dijo la enfermera limpiando mi herida con algunos liquidos, después puso algunos vendajes. - Entonces, va a estar bien?- preguntó Carlos a la enfermera. - Claro, solo recomendaría que no moviera demasiado la pierna o la herida se estará abriendo y tardará más en cicatrizar, debes limpiarla constantemente y cambiar los vendajes también, te daré algunas pastillas para el dolor y con eso deberías estar bien- dijo la enfermera sonriendo. - Gracias, Wendy- dije sonriendo, sí, la enfermera era nada más y nada menos que Wendy Darling. Estaba por ponerme de pie, cuando Wendy miró mis manos y se me acercó. - Alek, no llevas tus guantes?- me preguntó en un tono de voz bajo. - Oh... Cierto... Umm... Creo que por el momento estoy bien así- dije mirando a Wendy, que solo me miró con algo de preocupación. Carlos se acercó para ayudarme. - Te acompañaré a tu habitación Alek, debes descansar- dijo Carlos cargándome de nuevo. Me llevó de la enfermería a mi habitación; al llegar me dejó sobre la cama. - Gracias Carlos, aunque no era necesario que me cargaras hasta aquí- sonreí algo apenada. - Tenía que asegurarme, ahora te dejaré descansar- dijo él sonriendome. - Gracias por todo Carlos, en verdad... Y perdóname de nuevo... si te hice sentir mal o preocuparte- dije bajando la mirada. - Todo está bien Alek, ahora lo está...- puso sus manos sobre las mías un segundo y después salió de ahí. Me deje caer en la cama recostandome, aún estaba algo inquieta por la cuestión de no usar mis guantes cuando esté con Carlos... Pero espero que eso me ayude a tener confianza. Pasaron alrededor de 30 minutos y comenzaba a quedarme dormida cuando escuché que tocaron la puerta. - Si? Quién es?- respondí sentándome en la cama. - Soy yo cariño- dijeron del otro lado de la puerta. - Adelante!- respondí. La puerta se abrió y con esa característica sonrisa dulce y amable, entro la Hada Madrina. - Hola Cariño- dijo cerrando la puerta detrás de ella -Me dijo Ben que te habías lastimado, pero estaba algo atareado con lo del día de la familia y me pidió de favor venir a verte, estás bien?- preguntó preocupada. - Ben y Carlos exageran, solo resbalé con un montón de maleza húmeda, se veía más aparatoso de lo que fue... Si me dolió, pero ya estoy bien, así que no se preocupe y dígale a Ben que no tiene que venir hasta aquí, sé que está ocupado con todo ese ajetreo de la fiesta- dije sonriendo. - Claro, lo haré querida... Pero no solo venía a eso...- dijo poniendo un semblante serio. Escuché lo que me decía, pero de pronto mi mente se quedó paralizada, no podía creerlo... Ese nombre... Cómo pude salí de prisa de mi habitación con la Hada Madrina tras de mi tratando de tranquilizarme, llegué hasta la oficina de Adam,abrí la apuesta de golpe y... ahí estaba él... sentado plácidamente mirando hacia la ventana... Cuando escuchó la puerta dirigió su mirada hacia mi, me miró fijamente y se puso de pie sonriendo. - Alek, cariño! Por fin!- se acercó abrazándome. Tarde unos segundos en reaccionar, miles de cosas me venían a la cabeza, cuando caí en cuenta lo empuje alejándolo de mi. - No me toques, que demonios estás haciendo aquí?- dije muy molesta, el ambiente comenzaba a ponerse frío. - Aleksandra, que ocurre? Después de todos estos años, así recibes a tu hermano mayor?- dijo el abriendo sus brazos. Sí... Era mi "queridísimo" hermano mayor, Aren Frost.
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