Love, Luxury & Lust ♡ Jonas Brothers

♡ Capítulo 10 ♡

Kevin

Me estaba volviendo loco.

Hace una semana volví de Grecia para ocuparme de la empresa, todo iba bien con la inmobiliaria. Tuve unas cuantas reuniones y busque mantenerme ocupado. Pero mi mente seguía recordando unos ojos color canela y unos labios que escuche un par de veces hablar griego. Idioma del cual, aunque no entendía nada, me alegraba el día en su voz siempre que pedía algo para que yo probara o cuando hablaba con los encargados de llevarnos a los sitios turísticos.

Quería escucharla otra vez explicándome toda la historia de Atenas como cuando la conocí.

La vida tenía que seguir.

Me encontré con mis papás, Frankie y Nick para cenar en casa. Mi hermano había vuelto de Australia hace poco. Ambos estábamos raros, nuestros papás nos daban miradas de vez en cuando aunque manteníamos la conversación viva a toda costa.

Cuando la cena llegó a su fin, mamá y papá fueron a encargarse de los platos y nos mandaron a charlar al jardín. Seguro sabían que entre nosotros si íbamos a expresarnos, Nick agarró un paquete de seis cervezas en lata de la nevera y fuimos a las reposaderas del jardín. Tomé aire al mirar las estrellas del cielo y bebí un sorbo del líquido ligeramente dulce.

- ¿Cómo te fue en Australia? - pregunté yo primero.

- Bien - murmuró Nick -. ¿Y tú?

- Bien.

Nos quedamos en silencio y bebimos un largo tragó.

- Fue una mujer ¿verdad? - lo miré curioso.

- Si - Nick suspiró -. ¿Y tú?

- Si.

Ambos reímos y bebimos de nuevo.

Vale, estábamos jodidos.

- Empieza tu - le di un golpecito divertido en el hombro.

- Se llama Alisah.

- ¿La manager? - lo miré sorprendido.

- Ya, no me hagas esa cara - tomó otro sorbo de cerveza -. Ella es preciosa. Tienes unos ojos oscuros que me tienen loco y es tan mandona. La deberías ver organizando y dando ordenes - se tapo la cara con las manos y se restregó los ojos con fuerza -. Dios.

Decidí acompañarlo en el momento de embobamiento.

- Se llama Calypso...

- ¿Tú guía turística? - mi hermano frunció el ceño.

- Ya, no me hagas esa cara - lo imite y él rió -. Tiene el cabello claro y los rasgos mediterráneos más perfectos que he visto. Se ve preciosa cuando habla de todo lo que le gusta y doy todo para que vuelva a contar toda la historia de su país en un mes.

Ambos soltamos un suspiro y bebimos.

- ¿por qué me siento tan inexperto? - protestó Nick.

- Ni idea, me siento parecido - lo mire -. ¿Es mayor que tú? - Nick asintió y reí -. Eso explica muchas cosas.

Mi hermano me miró mal pero se limitó a abrir su siguiente lata de cerveza. Yo hice lo mismo y pensé un poco.

- ¿No has pensado en escribirle?

- No tengo su número - contestó Nick.

- ¿No le pediste su número? - lo mire con decepción.

- Me di cuenta que si me gustaba en el avión ¿okey? - se defendió.

Negué divertido -. Tu manager debe tenerlo ¿no?

- Casi ni hablamos, últimamente hemos tenido muchos problemas para entendernos. Siento que nuestras visiones de mi futuro están enredadas.