Love, Luxury & Lust ♡ Jonas Brothers

♡ Capítulo 22 ♡

Kevin

Empezaba a agradarme demasiado despertarme con el sol griego cada mañana.

Me rasque un poco los ojos y al abrirlos no podía pedir mejor vista. Calypso estaba dormida, abrazada a mi brazo. El contacto de su piel contra la mía me enviaba una calidez agradable y familiar. Tenía el cabello revuelto y sus largas pestañas descansaban sobre sus pestañas. Con suavidad roce mis dedos contra su mejilla.

Pude hacerlo un par de veces hasta que ella bostezo y abrió los ojos lentamente. Parpadeo unas cuantas veces antes de sonreír.

- Buenos días - se acurrucó más contra mi brazo.

- Buenos días, hermosa - besé su frente -. ¿Cómo te sientes?

- Cansada - se rascó los ojos -. ¿Qué horas son?

- Casi medio día - contesté y le acaricie el cabello -. ¿No te duele nada?

- No, no te preocupes - recostó su cabeza en mi pecho -. Sabías lo que hacías, tranquilo.

- ¿Cómo estás tan segura? - la mire con diversión.

- Pues... - se puso roja -. Se sentía bien.

La moví y me incliné sobre ella -. ¿Ah sí? ¿Te hizo sentir bien?

- ¡Amor! - se puso más roja y se cubrió media cara con una cobija.

Reí, besé su frente y volví a recostarme. Ella lentamente se descubrió la cara y se sentó para estirarse. Acaricie con suavidad la piel de su espalda y sonreí al ver como se erizaba un poco. Ella me sonrió y se abalanzó sobre mí para besarme y abrazarme, cosa que obviamente le correspondí.

Luego, nos fuimos a bañar y nos cambiamos para ir a correr y pasear por el camino al mar.

- ¿Por qué? - nos miró Mónica cuando nos sirvió el almuerzo -. ¿Necesitan más ejercicio?

Caly casi se ahoga con su jugo y yo reí a carcajadas aunque tenía rojas hasta las orejas.

De todas formas, agarramos nuestras cosas y salimos a correr unos treinta minutos. Me gustaba estar con ella, hacer cualquier cosa, incluso respirar a su alrededor era todo para mi. Haber estado con ella, cuerpo a cuerpo, también me ha cambiado la forma de verla. Es una mujer hermosa y quiero cuidarla, que siempre esté conmigo, no dejarla ir.

Al final de nuestra caminata compramos helado y nos sentamos juntos en la arena de la playa, a unos cuantos metros de donde las olas tocan tierra. Calypso tenía la mejilla apoyada contra mi hombro mientras comía cucharadas de su helado.

- ¿Cuándo tienes vacaciones? - pregunté.

- Creo que tengo dos semanas en Mayo - me miro curiosa -. ¿Por qué preguntas?

- Me gustaría que conozcas a mi familia.

Caly abrió mucho los ojos -. ¿En serio?

Asentí -. Eres mi mundo y la mujer de mi vida, claro que quiero presentarte a mi familia.

Eso la hizo sonreír -. Me agrada la idea, entonces voy a renovar mi VISA que se vence en Abril.

- Renuévala - le di un beso en la frente -. Quiero compartir contigo mi país porque ya me hiciste enamorar del tuyo.

Ella rió -. Es mi trabajo como guía turística maravillarlo con las bellezas de Grecia, señor Jonas.

- Pero si tu me maravillaste desde la primera vez que te vi.

Le robe un beso, lento y apasionado pero tierno. Acaricie su mejilla y ella sonrió al separarse. Mi mano permaneció acariciando los mechones de su flequillo.

- Por eso no te enojaste conmigo ¿verdad? - preguntó.

- Si ¿Cómo me iba a enojar con esos ojitos hermosos? - dije -. Si te veías toda tierna así apenada.

Ella rodó los ojos, divertida -. Al menos fui buena guía.

- Nunca lo negué. Por eso te quiero para toda la vida.

- ¡Amor!

Me encantaba cuando se ponía roja.

♡♡♡

Ya en casa después de cenar con Monni me dio mi clase de griego. No supe en qué momento pensé que sería fácil, el alfabeto ya solito se me enreda. Todo por ella. Todo por mi reina. Después, cuando pensé que me iba a doler la cabeza nos fuimos a acostar y pusimos una película. Como era usual, Caly se durmió a la mitad de la película.

La miré un rato hasta que recibí una llamada de Nick. Me moví lentamente para no despertarla y salí a la terraza para hablar sin contestar.

- Hola - contesté.

- Kevin - sonaba alarmado -. No se que hice, creo que la invite a salir

Fruncí el ceño -. ¿Nick, de qué hablas?

- ¡A Alisah! - explicó, seguro estaba caminando de un lado a otro -. Estamos en Inglaterra por unas fotos, pero estaba triste, así que aparte la tarde para que pueda relajarse y...

- ¿Se volvió una cita?

- ¡Si! - sonaba muy nervioso -. Este es tu momento de funcionar, hermano mayor.

- ¿Qué consejo quieres que te de? - fruncí el ceño -. Creo que ya era hora.

- ¡No me estas ayudando!

- A ver - me aguante la risa -. ¿Cómo reaccionó ella?

- Bien...

- Entonces no estés nervioso, seguro le interesas también y seguro está muy feliz de que pensaste en ella más allá de tu manager hoy que estaba triste.

- Lo sé pero... - suspiró -. No sé lo que ella me hace, Kev. Me pone la mente en blanco, te lo juro.

- Me pasa lo mismo - dije -. Te entiendo, estar con Caly es...

- Una experiencia espiritual.

Reí -. Algo así. Solo se honesto hermano.

- ¿Y si piensa que soy muy niño?

- No lo eres y se lo estas demostrando. Solo entra en tu corazón y asegúrate de no salirte de ahí - le recomendé -. Por que recuerda, Nick. El único que puede sacar un hombre de un corazón de una mujer que de verdad ama, es él mismo. Así que pórtate bien.

- Quiero serlo - me aseguró -. Quiero ser lo que ella necesite.

- Entiendo el sentimiento - sonreí mirando hacia la casa a mis espaldas -. Solo tienes esa irremediable necesidad de estar cerca suyo y ver que siempre esté feliz.

- Si... - rió un poco -. Que rápido crecimos ¿no?

- ¿A qué te refieres? - pregunté.

- Un día estábamos grabando tu ridículo personaje en Camp Rock y ahora me está dando consejos sobre relaciones mi hermano que está cerca de los treinta.

Sonreí -. Si, es una locura ¿Qué hay de Joe y su chica?

- Ni idea - dijo -. He estado muy ocupado con mi propia mente como para meterme con sus ligues, pero se que estaban grabando el video musical de Toothbrush.

- ¿La canción que le escribió a ella?

- Esa misma. Supongo que se la dedico o algo.

- Más le vale. No podía ser tan estúpido porque...

Mi teléfono sonó y me reí.

- Hablando del rey de Roma - suspiró Nick.

Añadimos a Joe a la llamada. Escuchamos que se movía, seguro en la oscuridad porque se oía como chocaba contra cosas. Luego, silencio. Fruncí el ceño.

- ¿Joe? - preguntó Nick.

- ¿Ya se mató? - me cuestioné.

Tardó unos segundos pero finalmente habló.

- ¡Tengo novia! - celebró como niño pequeño.

Nick y yo nos reímos.