Love, Luxury & Lust ♡ Jonas Brothers

♡ Capítulo 12 ♡

Joe

Mentiría si dijera que no entre en pánico al no ver a Isabella a mi lado cuando me desperté.

- Mierda, mierda, mierda.

Me subí a brincos el primer pantalón de algodón que encontré y corrí afuera de mi cuarto. Agarre las llaves de la mesa del pasillo y corrí rápido hacía la puerta principal, listo para perseguirla si era necesario. No quería que pensara que era un aprovechado, que se arrepintiera o que la dinámica entre nosotros cambiará.

- ¿Vas a escapar de tu propia casa?

Su voz a mis espaldas relajo mi cuerpo por completo. Me giré y Isabella estaba ahí, disfrutando de un pan tajado con mantequilla. Tenía puesta mi camisa pero a parte de eso seguro solo tenía ropa interior debajo. Tragué fuerte.

- No, yo solo...

- Tranquilo - me acercó una taza de café -. No soy de las que sale corriendo.

Suspire dejando la relajación extenderse por mis hombros -. Lo siento, solo me preocupé por ti.

Ella me sonrió y me hizo un gesto por la cabeza -. ¿Quieres sándwich para desayunar?

Me gustó su tranquilidad al servirme el desayuno pero yo no podía verla sin pensar en la mejor noche de mi vida. Isabella es preciosa, me encantaba su piel morena y cabello que naturalmente es rizado, y ahora no podía evitar asociarla con un montón de sensaciones. Mordí mi sándwich en busca de una distracción.

- ¿Estás bien? - pregunté tratando de sonar tranquilo.

Ella asintió y sonrió -. No te preocupes, tal vez la única que sufrió anoche fue tu cama.

Aguante las ganas de morderme el labio por la oleada de recuerdos. No obstante, su expresión me hizo sonreír.

- Tal vez tenga que cambiar un par de tablas - le seguí el juego. Ella rió y luego se quedó estudiándome un poco, tragué saliva -. Somos...

- Amigos que se diviertan - murmuró, aunque noté una leve duda en su voz.

Enarqué una ceja y lo miré curioso -. ¿Quieres repetir?

- Si alguna vez se da la oportunidad... no me voy a negar - se mordió el labio.

Esta mujer iba a matarme.

- ¿Así que te gusta divertirte?

Isa asintió -. ¿Y a ti?

- Si es contigo, Isa, podemos repetir todas las noches.

Sus mejillas se sonrojaron rápidamente y eso me hizo sonreír.

- Entonces somos amigos especiales... - razonó ella.

- Podría considerarse - asentí -. Si tu estás cómoda y satisfecha con lo que pasó anoche, claro.

Eso la hizo sonreír -. Si lo estoy.

Solté un suspiro de alivió.

- Deberíamos sellar un pacto - dijo terminando su sándwich -. Siempre quise compartir algo íntimo con un amigo.

Mi corazón estaba en protesta << Pero tampoco me digas así >>.

- ¿Qué cosa? - dije ignorando mis profundos pensamientos.

Ella lo pensó un poco mientras se levantaba a dejar el plato en el lavavajillas.

Mi camiseta le quedaba espectacular. Le llegaba casi hasta la mitad del muslo, su piel era suave y linda. Tenía unas cuantas estrías pero, a decir verdad, me encantó ayer haber podido descubrir cada detalle de su cuerpo. Me encantaba, cada centímetro perfectamente imperfecto de su piel...