♡ Capítulo 13 ♡

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Calypso

Los clientes estaban encantados con Kevin por lo amable, dulce y comprensivo que era a la hora de negociar. Tardaron una hora definiendo todo pero, finalmente, cerraron el trato. Yo me quedé mirándolo como una acosadora. No podía negarlo. Estaba muy sorprendida de verlo otra vez, no me lo esperaba en absoluto.

Los clientes se despidieron y con un asentimiento de cabeza me despedí de Kevin para seguirlos afuera. En un taxi los devolví a su hotel. Otro trabajo completado, baje al lobby y me deje caer en uno de los sillones, estaba agotada, me dolían los pies por los tacones y tenía mucha hambre ya que no había alcanzado a almorzar.

Sin embargo, lo que más perdida me tenía, era la repetición del rostro de Kevin en mi cabeza. No lo había visto en dos semanas y sentía que lo había vuelto a ver después de diez años. Se había cortado un poco los rizos y tenía una leve barba. No le quedaba nada mal. Sus ojos verdes seguían tan lindos como los recordaba y su actitud era la misma.

Al menos no había sido producto de mi imaginación alguien tan...

La imagen de mi mente se materializó y por poco se me para el corazón.

- ¿Necesitas un aventón?

Lo miré sorprendida -. ¿Qué haces aquí?

- Seguirte.

PERO.

Kevin rió al ver mi expresión -. Vi que no tenías carro, solo quería asegurarme de que vas a estar bien.

Me levanté rápido -. Si, si, estoy bien.

¿Por qué sueno nerviosa?

- ¿Me dejas invitarte a cenar y luego te llevó a casa?

Creo que no pude procesarlo pero mi cabeza asintió.

Kevin me guió hasta su carro y me abrió la puerta para que entrara. Suspire cuando estuve dentro. Esta no era la forma en la que esperaba iba a terminar mi día. Kevin se subió al carro y se acomodó el cinturón. Mientras tanto le mandé un texto a mi mamá.

Mamá, no llegaré a cenar.

Tranquila que un amigo me lleva.

No tardó casi nada en responder.

¿Es tu cliente guapo?😏

¡MAMÁ!

Respire profundo y apagué el teléfono para mirar el paisaje urbano pasar. Kevin colocó música y tarareaba mientras manejaba, sus dedos dando toquecitos en el volante. Sonreí ligeramente, tenía una voz agradable, me sorprendía que me hubiera dicho que él no solía cantar en esa banda que tuvo con sus hermanos.

El silencio era agradable.

Kevin lo era de por sí.

Nos detuvimos en un restaurante cerca a la zona alta de la isla, donde se podía ver el mar. Miré el sitió, sorprendida. Era mi restaurante favorito ¿Qué tantas posibilidades había...?

- Ponte esto.

Kevin me sacó de mis pensamientos y miré lo que me quería pasar. Unos tenis blancos. Lo miré confundida.

- ¿Para qué?

- Noté que los tacones te están tallando. Tienes la piel roja - explicó -. No quiero que estés dolorida, póntelos. Ah y aquí tienes unas banditas para que no te arda.

Recibí las cosas y me quedé un poco atontada viéndolo bajar del coche. Sonreí un poco al ver las cosas en mis manos. Kevin me abrió la puerta y saqué los pies para cambiarme los zapatos y cubrirme las heridas.

Love, Luxury & Lust ♡ Jonas BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora