SKYE
Me aparté de la puerta con la intención de marcharme de la habitación de Asher porque el ambiente a nuestro alrededor era demasiado tenso. No quería pensar mucho las cosas, pero me daba la sensación de que yo no era la única en que había pensado en besarlo.
Abrí mi boca para decir algo, pero Asher no me dio tiempo, a paso apresurado acortó la distancia entre los dos y de nuevo hizo mi cuerpo chocar con la puerta y el suyo, pero esta vez su boca estaba sobre la mía. Me tomó por sorpresa, pero respondí al beso aun cuando sabía que lo mejor era apartarlo, sin embargo, era lo que yo también había fantaseado.
Quería besar a Asher Ermington y estaba sucediendo.
Una de sus manos se enredó en mi cabello, profundizando más el beso entre los dos. Sus labios eran suaves junto a los míos, la punta de su lengua rozó con delicadez mis labios y los separé dándole cabida a su lengua con la mía, aquello hizo colisionar todo a mi alrededor, me permití envolver mis brazos alrededor de su cuello y Asher acarició mis caderas con sus manos, no sé cómo lo hizo, pero se las ingenió para levantarme y terminé envolviendo mis piernas en sus caderas mientras continuábamos besándonos.
Era como si con cada roce de nuestras bocas la necesidad de probar más aumentara y ninguno de los dos podíamos apartarnos. Solo podía pensar en lo bien que besaba.
Ambos terminamos rompiendo el beso por falta de aire y cuando lo hicimos, nuestras miradas se encontraron. Seguía con mis piernas aferradas a sus caderas y mi respiración era agitada. No podía pensar con claridad en estos momentos, pero sabía que, aunque había sido un gran beso, el mejor que había dado en mucho tiempo, era una pésima idea.
Asher era el mejor a migo de mi hermano y era un jugador de hockey.
Coloqué mis manos sobre su pecho y le di un pequeño empujoncito para alejarlo de mí. Necesitaba mi espacio y Asher también parecía necesitar el suyo, me di cuenta de ello cuando nuestras miradas se cruzaron.
Ninguno de los dos apartó la vista, pero no hablamos. Ni una sola palabra.
¿De verdad lo había besado? ¿Cómo era que las cosas habían terminado de esa forma?
¡Fue inesperado pero bueno!
¡Muy bueno!
Asher besaba bien, había que darle crédito por ello.
─Yo...─intentó hablar, pero las palabras no salieron de su boca como esperaba, soltó un resoplido y seguido de eso se pasó una mano por el cabello húmedo, alborotándolo más de lo que estaba. Terminó negando─. Eso no debió suceder.
Asher estaba en lo cierto, no debió de suceder, sin embargo, el beso sucedió y no podíamos retroceder en el tiempo para deshacerlo.
No estaba segura de si veía el arrepentimiento en su mirada para ser exactos, pero si veía cierta controversia en ellos, estaba abatido por lo que acababa de suceder.
Tragué con fuerza la saliva que había en mi boca, sentía la garganta un poco seca.
─Tienes razón ─me las ingenié para decir algo y de nuevo tragué─. No debió de suceder.
Las cosas pudieron ser distintas, Dan pudo haber entrado en cualquier momento en la habitación y vernos juntos, eso habría complicado las cosas para los dos, o más bien los tres.
Desde Lawrence, mi hermano se había vuelto un poco sobreprotector cuando de jugadores de hockey se trataba, no quería que volviera a tener una mala experiencia y agradecía su empeño en protegerme, pero a veces ser sobreprotector no resultaba bien.
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Hermosa Apuesta
Teen FictionAsher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel. Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la ch...