SKYE
—Entonces, ¿no te dijo nada más que un gracias por los tacos? —volvió a preguntar Destiny para confirmar lo que había dicho. Asentí mientras limpiaba la mesa de la cocina con un trapo húmedo.
—No es como que tuviera otra cosa que decirme —me encogí de hombros para restarle importancia al tema. Yo también esperaba que Asher hubiese dicho algo más que un gracias, pero lo cierto es que no lo culpaba por no hacerlo, no había mucho qué decir, después de todo.
─Lo sé, pero creo que hubiese sido interesante que te haya dicho algo más.
Insistió Destiny y un gruñido salió de mí. Fue idea de Destiny que le ofreciera tacos a Asher después de haberme defendido de aquel equipo de basquetbol y yo había aceptado en llevarle un par de tacos como agradecimiento después de haberle contado a mi amiga la vaga conversación que los dos habíamos tenido en casa.
─Oigan ─habló Kelce llamando nuestra atención─. ¿De casualidad no son esos chicos los del equipo de hockey que tanto hablan?
Señaló hacia los chicos que acababan de entrar al restaurant y, en definitiva, eran ellos. Asher, Declan, Owen, Clay y Tobías, si bien recuerdo su nombre, tomaron asiento en una de las mesas de en medio, junto a la ventana.
Destiny y yo compartimos una mirada y la sonrisa de mi amiga se ensanchó y no supe si me gustó o no.
─Sí, son ellos. ─Chilló algo emocionada, yo apreté los labios con fuerza─. Deberías de ir a atender su mesa, Skye.
─¿Qué? No, de ninguna manera ─comencé a negar y fregar la mesa con fuerza, a estas alturas el trapo ya estaba medio seco.
─¿Por qué no?
Preguntó en un tono decepcionado.
─Porque ustedes pueden hacerlo, además, ¿no sería raro?
En realidad, no era raro. Chicos de la universidad se presentaban aquí todo el tiempo, sin embargo, Dan o sus amigos no solían venir aquí seguido, aunque esta era la segunda vez que ellos venían.
─Oh vamos, no es raro ─aseguró Destiny─. Es parte de tu trabajo, nadie pensará que es raro que vayas y atiendas su mesa.
─Yo diría que Kelce lo haga.
─Oye, yo estoy en la caja registradora ─se defendió Kelce alzando las manos al aire, en esos momentos, deseé ser ella y encargarme de la caja registradora, pero a veces solía sacar mal las cuentas y a ella se le daba de maravilla.
─¿Qué sucede?
Preguntó Aurelia acercándose a nosotras, llevaba el delantal un poco grasiento debido a las papas fritas que había estado friendo, en una mano llevaba la pala de cocinar y su cabello estaba recogido dentro de una red. Nos observó a las tres con curiosidad.
─Skye no quiere atender una de las mesas.
─¿Son otra vez esos basquetbolistas?
Preguntó Aurelia dejando la pala sobre la mesa, estaba dispuesta a salir a enfrentarlos.
─No, no son ellos.
─Entonces, ¿por qué no quieres salir?
Cuestionó después de que hablé.
Kelce se me adelantó.
─Son los jugadores de hockey.
Fue lo único que dijo y no hizo falta que dijera más porque Aurelia entendió a la perfección qué estaba sucediendo.
─Dime, ¿vino aquel chico guapo que te defendió?
─Sí, si vino.
Fue Destiny quien respondió y yo me cubrí el rostro con las manos. Desde aquel incidente, las chicas no habían dejado de hablar del tema, de la forma en que Asher y Dan los enfrentaron y aunque ellas encontraban todo el acto super heroico, me parecía que exageraban un poco.
ESTÁS LEYENDO
Hermosa Apuesta
Teen FictionAsher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel. Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la ch...