ASHER
Justo cuando creía que podía tener una conversación civilizada con Skye, las cosas terminan sintiéndose tensas entre los dos. Entendía a lo que se refería con darme las gracias, no dudaba en que ella se podía defender sola pero tampoco estaba seguro de que le pusiera un alto a alguien como Richie, a los chicos como él, por mucho que cualquier chica pudiera defenderse y tuviera el carácter suficiente para ponerle un alto, no era sencillo quitárselos de encima. Les gustaba dar guerra porque eso alimentaba su ego.
Sin embargo, las cosas con Skye y yo cada vez que entablábamos una conversación se volvían extrañas y tensas.
Pensé en lo de la apuesta, no había forma en que yo conquistara a una chica como ella, era demasiado complicada y yo, para ser sinceros, no estaba interesado en ganarme el corazón de nadie, pero tampoco quería perder mi liderazgo y pasármela en la banca un par de partidos, y también estaba la parte en que eso alimentaria el ego de Tobby.
Solté un bufido y busqué entre mi escritorio el libro de textos que necesitaba para el examen de cálculo que tenía esta semana.
Una hora pasó y me sentí ya agobiado por el estudio, decidí tomarme un descanso y me acosté en la cama para descansar y despejar mi mente, tomé una pelota de goma que solía tener para desestresarme y la estuve lanzando un par de veces al techo. Tres golpes a mi habitación me hicieron sentarme de golpe, aguardé a que Dan abriera la puerta después de tocar, como de costumbre, pero no lo hizo.
Fruncí el ceño y me levanté de la cama para ir a abrir, me llevé con la sorpresa de que Skye estaba allí parada con un plato de plástico tapado con aluminio, pero el olor a tacos era evidente y noté que se mordió el labio inferior cuando me encontré con sus ojos color miel, lucían cohibidos.
─Hola ─habló apretando los labios con un poco de fuerza, lucía tímida a la vez y dudosa como si estuviera debatiéndose a sí misma si estaba haciendo lo correcto o no.
─Hola ─respondí en un tono seco que quizás no era el adecuado, pero no había podido evitar.
─Yo pensé que debería de agradecerte por lo de hoy ─habló de nuevo después de casi un minuto e hizo un gesto hacia el plato que llevaba en mano─. Te traje tacos.
Esbozo una diminuta sonrisa que me pareció tierna.
Nunca alguien me había traído tacos.
Bueno, una chica nunca me había traído tacos y aquí tenía a Skye en mi habitación ofreciéndome tacos como agradecimiento.
Reí por lo bajo para mi mismo pensando en que era un gesto tierno.
Al ver que me demoraba en responder, Skye estiró las manos y yo los tomé.
─Gracias. ─Me pasé la mano por el cabello, alborotándolo un poco─. No tenías qué traerme tacos por lo de hoy.
─Lo sé pero es mi modo de agradecerte.
Insistió y di un leve asentimiento.
─Gracias.
Skye no dijo nada, sé quedó allí parada frente a mi por alrededor de un minuto hasta que después se dio la vuelta sin decir otra palabra y se fue, dejándome solo de nuevo. Me quedé un rato allí parado junto a mi puerta abierta, el tiempo suficiente como para escuchar que ella cerraba la puerta de su habitación y después hice lo mismo.
No tenía hambre, pero si alguien se presentaba con tacos a mi puerta de pronto mi apetito surgía así que me aseguré de guardar los libros de texto en mi mochila, ya no tenía intenciones de estudiar y limpié un poco mi escritorio para sentarme a comer allí, pensé en que podía ir a la cocina, pero me dio algo de flojera y preferí comer allí viendo un poco de televisión.
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Hermosa Apuesta
Genç KurguAsher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel. Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la ch...