Capítulo 4

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SKYE

Esto no puede estar pasando. No él.

Pensé. Cuando Tayla dijo que tenía una cita y su amigo estaba invitando a otro amigo a la cita, nunca pensé que iba a salir con un chico del equipo de hockey y ese chico era Owen, uno de los amigos de mi hermano y, además, no sabía que iba a invitar a Asher.

─Entonces, ¿ustedes ya se conocían? ─Preguntó Owen, con curiosidad. Sus ojos se entrecerraron entre Asher y yo. Compartimos una larga mirada, ninguno de nosotros respondiendo a la pregunta de Owen hasta que él rompió nuestra mirada y asintió.

─Sí, ya nos conocíamos.

Dijo Asher en tono decepcionado.

Puse una mueca en los labios y contuve las ganas de decir algo más, no quería arruinarle la cita a mi amiga porque sabía que era importante para ella, ya encontraría el momento adecuado para reclamarle el no haberme dicho quién vendría.

—¿Quieres sentarte? —Tayla le preguntó a Asher, quien no se molestó en ocultar la mueca en su rostro, por unos segundos lo consideró y después de un leve resoplido que seguramente solo yo noté, se sentó a mi lado.

Me removí en mi asiento, su presencia de pronto abarcó todo el lugar, tensando mi cuerpo.

Esto iba a ser más incómodo de lo que podía imaginar.

─¿Y bien? ¿Cómo es que ustedes se conocen? ─Owen preguntó en nuestra dirección, mi cuerpo se tensó junto al de Asher, quien murmuró algo que no fue entendible para ninguno de los que estábamos presentes en la mesa.

Sabía que Owen era amigo de Dan, o al menos, que jugaban en el mismo equipo de hockey, pero por supuesto, Dan rara vez hablaba de mí con sus amigos y dudaba de que Owen estuviera enterado de que ahora vivía con mi hermano y Asher.

─Bueno, me he mudado con mi hermano.

Dije y eso hizo que Owen frunciera el ceño.

─Dan.

Dijo Asher como si mencionar a mi hermano fuese necesario, la cara de Owen se llenó de asombro y después me miró de una forma que fue difícil de descifrar, aunque deslumbré sorpresa en él.

─¿Eres la hermana de Dan?

Asentí a su pregunta.

─Cielos, ahora noto el parecido.

Dijo como si estuviera intentado descifrarme, pongo una mueca porque mi hermano y yo no nos parecemos demasiado, Dan tiene el cabello castaño claro, casi rubio mientras que el mío es más castaño que rubio, yo tengo los ojos color miel de mamá mientras que Dan heredó los ojos azules de papá.

Además de que mi piel era un poco más bronceada que la de mi hermano.

─No es para tanto ─me encogí de hombros deseando restarle importancia al tema, cuando me ponía nerviosa, solía dar explicaciones de todo lo que hacía o sucedía y justo empecé a hacerlo─. Dan me dejó mudarme con él ya que los dormitorios no eran tan agradables, el ambiente allí solía ser incómodo y...

─A Skye le gusta tener privacidad.

Dijo Tayla, salvándome de quedar en ridículo al comenzar a hablar demasiado como acostumbro, le ofrecí una sonrisa en agradecimiento y ella me respondió con un discreto y leve asentimiento de cabeza, era una suerte que a mi amiga se le daba de maravilla cambiar de tema sin hacer que las cosas se sintieran tan complicadas porque ella rápidamente tomó el control de la conversación.

El mesero apareció en nuestra mesa y los cuatro ordenamos una pizza de queso y espagueti. No se los dije, pero estaba un poco harta de comer pizza ya que era lo que usualmente comía en el dormitorio cuando no tenía tiempo de comprar o prepararme algo mejor.

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