Capítulo 8

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SKYE

Sabía que había sido una mala idea haberle bailado a Asher, la mirada desaprobatoria de Dan me lo dejaba en claro, pero en mi defensa ya había bebido lo suficiente como para haber agarrado valor para hacer aquel baile, además, creo que a una parte de mi le gustaba desafiarlo, contradecirlo.

¿Estaba bien? No, no lo estaba.

¿Me importaba? Creo que tampoco me importaba.

─¿Qué fue eso? ─Me preguntó mi hermano cuando me apartó del resto, puse una mueca en los labios y me zafé de su pequeño agarre, el cual no era muy fuerte.

─Solo fue un baile ─traté de restarle importancia al encogerme de hombros, Dan gruñó por lo bajo.

─Tonterías, eso no fue solo un baile.

Dan nunca había sido el tipo de hermano celoso, con los pocos chicos que había salido siempre solía llevarse bien o simplemente no se entrometía con ellos y la relación que yo mantuviera, pero desde mi última relación las cosas habían cambiado, creo que tenía sentido porque mi novio había sido su mejor amigo y jugaban juntos en el equipo de hockey de la preparatoria. Cuando Lawrence había roto mi corazón y prácticamente me había humillado con sus amigos diciéndoles que yo solo fui un juego para que tomara mi virginidad, había destrozado a Dan al mismo nivel en que me había destrozado a mí, a veces me gustaba creer que incluso lo destrozó más que a mí porque él no solo había perdido a su mejor amigo sino a su hermana también.

Después de aquella relación con Lawrence me costó mucho volver a reencontrarme a mi misma, era como que había dejado mi vida en pausa por un hombre mediocre al que consideraba que lo era todo para mí.

Si es cierto que el amor es ciego porque nos da miedo ver la realidad y que nos rompan en corazón al verla.

─Tranquilo, no volverá a suceder ─le aseguré con la esperanza de que eso lo dejará tranquilo─. Además, no es mi tipo.

Mentirosa. Mentirosa. Mentirosa.

Me repitió una voz en mi cabeza y esbocé una enorme mueca en los labios que al menos le dio credibilidad a Dan de que no me interesaba su amigo.

A ver, Asher era demasiado guapo. Cabello castaño, ojos verdes, cuerpo atlético y esa vibra de ser alguien dominante y misterioso, pero en un buen sentido.

Dan no dijo nada, por suerte Owen se aproximó a nosotros para comprobar que estábamos bien y se lo llevó de mi lado. Por el resto de la noche me quedé junto a Tayla y Owen y no volví a saber de Asher, tampoco me preocupé por buscarlo porque me repetía en la cabeza que no estaba interesada en él.

Me fui a casa una hora después de haber jugado al beer pong cuando Tayla se ofreció a llevarme. No conversamos mucho y tampoco mencionó lo del baile cosa que agradecí porque sé que me había excedido un poquito.

Lo que había iniciado un poco inocente se me había salido de control y había dejado que el deseo y el alcohol se apoderaran de mi mientras bailaba sobre su regazo.

Sacando esos pensamientos de la cabeza fui directo a mi habitación a buscar mi pijama para después ir al baño y tomar una ducha, aunque estaba sola porque ni Asher ni Dan habían llegado a casa, me aseguré de ponerle seguro a la puerta del baño, después de ducharme fui a mi habitación de nuevo y me recosté en la cama.

Me reí sola porque estaba siendo consciente de que, si yo no hubiese bebido ni una sola gota de alcohol, no le habría bailado a Asher, hubiera dejado pasar el tema y no es que yo me la quisiera dar de mojigata, pero definitivamente no era la clase de chica que le bailaba a alguien o se acostaba con alguien cada vez que tenía ganas. En realidad, evitaba todo eso porque los ligues de una noche no me iban bien, prefería estar con alguien que sabía que tenía sentimientos sinceros por mi antes de hacerlo con cualquier chico que se me pusiera en frente y pareciera agradable a simple vista.

Hermosa ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora