Amor Inesperado.

26. ¿Estás molesto?

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Se habían besado enfrente de todos, sin importar el protocolo o el que dirían de ellos, simplemente se habían besado, Joshua no se veía más molesto al respecto, solo tenia una sonrisa cansada en lo labios y había tomado su brazo para sacarlo del centro del salón.

Las personas a su alrededor murmuraban cosas otra vez, algo sobre ser muy atrevido o que se notaba la falta de educación que tenía Seokmin, Jeonghan lo miraba a la distancia, se veía que se estaba divirtiendo, pero Seokmin no sabia que era lo que provocaba esa diversión en su cuñado.

-Nos retiramos... -Susurró Joshua aún tomando su brazo, habían llegado a la puerta del salón, uno de los guardias se hizo un lado y le susurró algo a otro sirviente -Dile a mi hermano que se encargue junto con mi madre de despedir a los invitados.

-Si Majestad. -El guardia volvió a su posición apenas salieron ellos por la puerta.

-Joshua, ¿Estás molesto? -Se sentía más mareado que antes, caminar rápido le había hecho daño tal vez -Josh... -Jalo la mano del mayor haciendo que esté se detuviera a su lado, Seokmin lo vio quitarse la corona delatando su cansancio -Solo fue un beso Josh, uno solo comparado con los que quiero darte -Seokmin se pego al mayor pasando los brazos por sus hombros y acercando su rostro, casi chocando sus narices -¿De verdad estás molesto por un beso?

-No, no lo estoy... -Susurró el mayor y Seokmin sintió los brazos del mayor abrazando su cintura -Quiero más de esos besos, pero no frente a los invitados Min... -El rubio sonrió al escucharlo, Joshua había terminado de acortar la distancia entre sus labios, mientras lo hacia caminar un poco a un lado, hasta que su espalda topo contra la pared.

-Josh... -Susurró el menor contra los labios de su esposo cuando se alejo buscando un poco de aire -Vamos... a mi... habitación... -Murmuró entre besos, se sentía exitado, quería a Joshua, en ese momento, quería ser marcado y anudado, tal vez las hormonas del celo aún no bajaban por completo.

-¿Que quieres hacer majestad? -Murmuró el mayor cuando se apartó lamiendose los labios y jalando su mano otra vez -¿Quieres seguir besandome? -El rubio asintió mientras se dejaba guiar por el pasillo, sintió la tiara resbalar por su cabello poco a poco así que la tomo con la mano libre y se la quito -¿Quieres que te acaricié? -El Omega jadeo un poco cuando el mayor acarició su mano suavemente.

-¿Lo harás si te lo pido? -Inquirió el menor mientras veía a Joshua doblar por un pasillo diferente por el que habían pasado mientras iban al salón -¿Y si te pido otra cosa? -Su esposo sonreía de lado mirándolo solamente, sin hablar más -Detente aquí... -Seokmin reconoció el pasillo en el que estaban, era uno de esos por lo que solo la servidumbre andaba, era el pasillo donde había escuchado a la sirvienta.

-¿Que sucede? -Joshua se detuvo cuando Seokmin lo ordenó, se miraba preocupado, tal vez nervioso -¿Que pasa Min?

-Quiero intentar algo... -Murmuró mientras ponía su tiara y la corona de su esposo en uno de los muebles que había en el pasillo -Aqui... -Tomo las manos de su esposo para guiarlo a que se quedará pegado a la pared, Seokmin agradecía que el pasillo fuera oscuro y no se veía mucho, así Joshua no se daria cuenta de su sonrojo.

Cuando el mayor estuvo contra la pared Seokmin volvió a acercarse para besarlo, lamiendo sus labios e introduciendo su lengua, como a Joshua le gustaba, como a ambos les gustaba; poco a poco movió sus besos hasta sus mejillas y después bajo a su cuello, haciendo a Joshua suspirar y mientras esté le tomaba el cabello y el rostro con sus manos, como guiandolo en su travesura, tal vez el alfa sabia que era lo que quería Seokmin.

Sin avisarle y sin esperar por mucho Seokmin bajo sus manos por el pecho del mayor, acariciando por encima de la ropa hasta que llegó a su entrepierna, tal vez estaba mal lo que hacía porque Joshua había hecho un sonido de sorpresa, y lo había hecho retirarse de su cuello para que viera su rostro directamente. Seokmin volvió a besar los labios del mayor, y movió su mano de arriba a abajo sobre la tela del pantalón, y Joshua solo mordía sus labios en respuesta, tomando su cadera otra vez para que pegará su cuerpo más a él.