Amor Inesperado.

27. Paciencia, todo ocurre a su tiempo.

Buenas buenas...

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Jeonghan despidió uno a uno de los invitados al palacio, estaba agotado luego de convivir con todos; luego de que su hermano y Seokmin se habían ido, Jeonghan había saludado y hablado con todos para que no sintieran tanto la diferencia y no le prestarán tanta atención a lo sucedido.

Al parecer había funcionado porque pronto todos los invitados habían cambiado de tema rápidamente y habían disfrutado hasta el último segundo que habían pasado ahí; para Jeonghan y su madre había sido sencillo despedir a todo el mundo, solo parándose a un lado de las puertas, uno frente al otro, sonriendo y estrechando manos.

Todo había estado tranquilo entre ambos hasta que él último de los invitados se fue, o bueno el penúltimo, porque SeungCheol seguía ahí, esperando a que Jeonghan se desocupara.

–¿Que le pareció Lord? –Inquirió el Omega mayor mirando a SeungCheol con una sonrisa algo terrorífica –Todo un espectáculo ¿No cree? –Cuando el alfa se detuvo en la puerta, su madre le estiro la mano para que se despidiera debidamente, solo que él alfa no lo hizo –Jeonghan escogió un Omega igual a él, desvergonzado, maleducado e inservible… –El Omega tuvo que bajar su mano cuando se dió cuenta que SeungCheol no la tomaría.

–Disculpe Majestad, pero no creo que su Alteza o el esposo de su Majestad, sean lo que dice… –Murmuró el alfa sonriendo mientras le respondía –Pero bueno, no se puede decir lo mismo de todos los Omegas en la familia real, ¿No cree? –El pelinegro se quería reír por la contestación que había dado su alfa, aunque su madre había quitado su sonrisa del rostro.

–Bueno, tampoco se puede decir que todos los Alfas se sociedad son educados y caballeros, ¿Verdad? –Seungcheol se reía un poco al escuchar al Rey madre hablar –Lo veré luego Lord, cuando esté a punto de ser degollado talvez, cuando su Majestad se entere que alguien ronda en las habitaciones de su amado hermano… –El Omega se dió la vuelta y volvía a sonreír cuando vio el rostro cambiado del alfa –¿Creyó que no me daría cuenta de su visita de la otra noche?

–¿Disculpa? –Jeonghan se sentía molesto por escuchar al Omega decir una barbaridad –Creí que si papá no se daba cuanta de tus escapadas a las habitaciones de su hermano, tu tampoco te darías cuenta de quién visita las mías. –El rostro de su madre había cambiado por completo, porque Jeonghan nunca se había atrevido a mencionar sus infidelidades en su cara, incluso si lo sabía desde la juventud.

–Buenas noches… –Murmuró el Omega saliendo por las puertas del salón y tomando su debido tiempo para caminar por el pasillo.

–Parece que a su majestad no le pareció tu comentario. –La voz de SeungCheol se escuchaba bajita, casi en un susurró –¿Porque odia tanto a la gente? Debería estar agraciado por ser parte de la realeza, por tener dos hijos que lo soportan…

–Bueno Lord, es momento de retirarse supongo… –Jeonghan no quería hablar sobre su madre con SeungCheol, ni con nadie más –¿Vendrás pronto cierto? –Ambos tenían una cita para hablar con Joshua, SeungCheol quería hablar por fin con su hermano para hacer la situación oficial entre ellos y que Jeonghan se fuera por fin del palacio.

–¿Crees que Joshua me quiera de degollar cuando se enteré? –Seungcheol se veía un poco preocupado, ambos sabían que Joshua era capaz de tal cosa, lo había hecho con su propio tío cuando había tomado el trono, había mandado a traer al alfa hasta el palacio, dónde lo encarcelo en una celda, dejo que el rey madre se despidiera y luego, Joshua mismo fue quien dió el primer disparo en contra del alfa –Si es así, tendrás que cuidar de los niños Hannie, y casar a mis príncipes con hombres de bien, no dejes que se casen con cualquiera.