17. Un viaje de escape.

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Disculpe usted la tardanza 🙂







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Joshua había despertado muy temprano, con Seokmin aún recostado sobre su pecho y con la respiración demasiado pausada delatando que aún seguía soñando. No quería moverse para no despertar al Omega, pero debía hacerlo, si no lo hacía, no iba a terminar sus asuntos antes de que llegará el momento de irse.

–Seokmin... –El menor murmuro algo y luego abrió sus ojos, a Joshua le causó demasiada ternura ver como el menor sonrió de lado y se acurrucó más en su costado –Despierta anda... –Susurró Joshua y se acercó dejando un beso en la coronilla del menor, lo que había provocado que el menor solo ronroneara y se acomodora más –Debo levantarme Seokmin, no puedo quedarme más tiempo en la cama.

–Solo un poco más Alfa... –La voz de Seokmin recién despierto se escuchaba tan suave que Joshua quería de verdad quedarse –Quedate un poco más.

–¿Harás mi trabajo pendiente cuando te despiertes? –Preguntó Joshua y Seokmin se movió de su pecho y se dió la vuelta soltando por fin –Te veré en el desayuno. –Joshua dejo un beso en el hombro del menor, y se restregó tal vez un poco más de lo que debía en el cuello del Omega, dejando sus feromonas y provocando que el rubio gimiera inconscientemente.

Se puso de pie y levantó los pantalones que estaban en el suelo al igual que el camisón del menor, dejo las prendas sobre el baúl que estaba a los pies de su cama y luego fue en busca de un par de prendas nuevas para poder vestirse y salir de la habitación.

Cuando estuvo listo, se acercó a la cama viendo como Seokmin aún seguía durmiendo pero esa vez estaba abrazado a la almohada sobre la que había dormido Joshua, aferrado a esta. Salió de la habitación y lo primero que se encontró fue a los sirvientes iniciando sus actividades, incluso la misma doncella beta que le había intentado ayudar a Seokmin, iba rumbo a su habitación.

–Buen día majestad... –Susurró la chica, Joshua no la recordaba muy bien, tal vez porque el casi nunca se rodeaba de doncellas.

Joshua no respondió y siguió de largo, esperaba que la chica hiciera su mejor intento para despertar al rubio, porque Joshua estaba seguro de que Seokmin aun estaba agotado y no querría despertar enseguida.

Su sorpresa fue demasiado grande cuando entró a su oficina y se dió cuenta que ya estaba alguien ahí; Jeonghan estaba vestido aún con su pijama y su bata, pegado a la ventana y con un vaso de whisky en sus manos. El Omega miraba a través del vidrio como las gotas de lluvia caían suavemente.

–Buenos días Alteza alcohólico... –Murmuró el Alfa acercándose a su hermano y dejando un beso en su mejilla, Jeonghan despertó de sus pensamientos cuando Joshua estuvo lo suficientemente cerca de él como para oler que aún apestaba a SeungCheol. –No haré preguntas, pero cuando estés listo, espero obtener una explicación al respecto. –Dictó el castaño.

–¿Cuántos días se quedará tu madre en el palacio? –Preguntó el Omega dejando su vaso sobre el escritorio y sentándose frente a él –¿Te lo ha dicho? ¿Ha pedido tu autorización para quedarse?

–Es el rey madre, me guste o no, realmente no tiene que pedir autorización para quedarse o irse. –Murmuró el castaño mirando a su hermano.

–¡Es un Omega, debe pedirte autorización como el alfa de la familia que eres! –Jeonghan se veía demasiado alterado cuando dió un golpe en la madera y luego se puso en pie –¿Cuánto tiempo se va a quedar?

–Me dijo que se quedará el tiempo que él desee, no me dió la cantidad de días –Joshua no entendía porque Jeonghan tenía la necesidad de tal información, pero se veía demasiado estresado –Puedo hablar con él si deseás, decirle que no te moleste en los días que no estaremos, y que no te diga nada malo frente a Seokmin, solo es cuestión de que te mantengas pegado a Seokmin para que no se acerque.

Amor Inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora