Hora siete. 1:00 A.M.

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"¿Hay alguien que limpie el edificio por las noches?" preguntó Orm. El estómago le cosquilleaba ante la perspectiva de acabar de jugar e irse a dormir. Le pesaban los párpados, pero tenía los nervios a flor de piel. Ling y ella llevaban una hora bailando en círculos la una alrededor de la otra, sin dejar que la charla pasara del terreno superficial. Orm había estado tentada de profundizar más, pero Ling enseguida se ponía nerviosa, y aún les quedaban seis o siete horas de estar allí encerradas.

"Los viernes por la noche cambian de turno. Esta noche limpian las alfombras de la otra sala".

Orm bostezó. "Qué oportuno".

Ling carraspeó.

"¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Una pregunta de verdad?"

Los ojos de Ling estaban tan cerca que Orm distinguía el leve temblor de sus pupilas, sobre el iris color almendra. Después de llevar horas en aquel ascensor, Ling solo tenía un mechón castaño fuera de lugar.Le caía sobre la mejilla y Orm se moría por alargar la mano y acariciarlo para ver lo suave que era. Había algo indescriptiblemente bello en Ling. Era casi alta como Orm y había cierta plenitud en su rostro y en su figura, tan sensual que a Orm le temblaban las rodillas de solo mirarla. Menos mal que estaba sentada.

"Claro, pregunta". Orm trataba de imaginaba lo que Ling quería preguntale. "¿Qué quieres saber?"

"Solo me preguntaba...¿Por qué stripper?"

"La verdad es que prefiero llamarlo baile". repuso. Tenía la respuesta preparada de antemano. "Se paga bien y el horario es perfecto si tienes que combinar trabajo y universidad".

"Pero..." Ling se debatía. Claramente aún no era capaz de comprenderlo.

"¿Es degradante?" completó Orm.

Ling asintió, pero ella cabeceó en ademán negativo.

"No estoy de acuerdo. Lo hago voluntariamente, no dejo que nadie me haga nada que no quiera y he ganado lo suficiente para pagarme la universidad. Muy pronto seré la doctora Kornnaphat y no voy a renegar de nada de lo que me ha permitido lograrlo".

"Supongo que parece... No sé, es que pareces muy inteligente".

"Soy inteligente". dijo Orm encogiéndose de hombros. "Es un trabajo. Tengo ganas de dejarlo y dedicarme a la veterinaria, pero no ha estado tan mal".

"¿Cuánto llevas haciéndolo?"

"Unos cuatro años". respondió Orm. Por primera vez desde el inicio de la conversación, Ling le sonrió algo a avergonzada.

"Parece mucho tiempo, ¿Verdad?"

"¿Y normalmente haces actuaciones a domicilio? ¿Como esta noche?"

Orm negó con la cabeza.

"No, en realidad trabajo en un club. Lo de hoy ha sido nuevo para mí".

"¿Cómo te encontró Jakarin?"

"Empecé a anunciarme en una revista lésbica hace un par de meses como bailarina privada, disponible para actuaciones para otras mujeres".

Ling bajó la mirada.

"¿No haces actuaciones privadas para hombres?"

"No, bailo para hombres en el club. No me sentiría cómoda si actuara para hombres en privado".

"¿Tienes muchas clientas?" preguntó Ling tensa.

"Eres mi tercera clienta". contestó Orm. "Se suponía que iba a ser una actuación especial. Un poco de dinero extra por hacer algo un poco más... divertido". carraspeó. Era como si tuviera la extraña necesidad de justificarse y jugueteó nerviosa con los bordes deshilachados del agujero que tenía en el muslo de su jean. "Quiero decir que en el club ya había bailado para mujeres antes. Vienen más mujeres de las que te imaginas. Por eso me decidí a trabajar en esto".

13 Horas (LingOrm)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora