La señora Yang redujo la velocidad del coche de alquiler y observó el curvado camino empedrado hasta la entrada de la cabaña que tenía el estilo antiguo. Posiblemente no era tan buena idea después de todo el de dejar a su único hijo en ese lugar tétrico.
Ajá. Quizá si informaba a Jeongin sobre los peligros inminentes que había en el campo este podría desistir de su capricho.
—Entonces, ¿estás seguro de querer quedarte aquí? —preguntó Sunny con una de sus cejas alzadas.
—¡Claro! El señor Bang y Félix estarán aquí. Además, no puede haber nada malo, ellos me cuidarán.
—Pero, Jeongin. Puedo pisar el acelerador y llevarte a casa —musitó su madre—. No estás acostumbrado a este tipo de ambientes.
Jeongin negó con la cabeza mientras echaba un último vistazo al lugar. Miró a Sunny y trató de sonreír, su madre era una mujer hermosa y jocosa, pero a veces solía comportarse como una mujer demasiado sobreprotectora.
—Soy tu madre y mi deber es protegerte, además ya no eres un niño. Los muchachos a tu edad piensan la mayoría del tiempo en pasarla bien y si estás lejos de mi voy a preocuparme demasiado.
Durante una época de su vida. Si hubiese tenido que enfrentarse a un acontecimiento tan sofocante como ese, Jeongin se hubiera echado a patalear en el suelo como un niño pequeño que adopta una posición fetal para salirse con la suya. Pero ya con diecisiete años aquello seguramente se hubiese visto del asco, así que simplemente se quedó en el asiento e intentó mirar a su madre con una sonrisa tranquila.
—Todo estará bien, prometo cuidarme a mí mismo.
El castaño salió del auto prestado que su madre había adquirido y cerró la puerta del copiloto con algo de fuerza para alejarse de ella antes de que esta cambiara de opinión.
Jeongin se dio la vuelta cuando Christopher salió de aquella cabaña, básicamente porque la mirada de Sunny fue directo a él. El corazón le dio un brinco y las manos comenzaron a temblarle como de costumbre.
—Hablaré con Christopher —dijo Sunny.
Jeongin percibió un leve atisbo de orgullo en su voz, como si ella y Christopher fuesen más amantes que amigos.
—No.
—Christopher, ¿cómo estás?
Sin embargo, su madre ya había salido de su automóvil para saludarlo y estrecharle la mano. Sus ojos de un oscuro café se chocaron contra los de Jeongin.
—Sunny.
—Jeongin dijo que se iría de fin de semana con ustedes y no le creí, hasta que te vi. Promete cuidar muy bien a mi ciervito, sabes que no está acostumbrado a esta clase de lugares, además, le tiene miedo a los insectos, revisa su cama por las noches para que ningún tipo de animal espante a mi hijo.
Jeongin no pudo disimular la vergüenza que le atravesaba el alma, por eso se quedó completamente inmóvil, incapaz de responder nada.
—Lo prometo, cuidaré bien de Jeongin.
—Me alegro de que así sea, no podría confiarle mi hijo a alguien más correcto que tú.
Christopher se encogió de hombros y, con un gesto de la mano, le restó más importancia al asunto.
Más rápido que pronto, Sunny regresó a su auto, movió la mano con audacia y se despidió de su hijo con una sonrisa ladina para regresar a la ciudad.
—Me alegro de que estés aquí —las palabras salieron de sus labios antes de poder reflexionar sobre lo que estaba diciendo. Y una vez dichas, Jeongin lo miró con una calidez alarmante.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué esconde el señor Bang? ☘ ChanIn
Fanfic𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱ "Recuerda no entrar a lugares que no te dan permiso, Jeongin". Su madre había tenido tanta razón, pero ahora era tarde. Su curiosidad lo había llevado a un punto límite, al descubrir lo que escondía el Sr. Bang bajo su...