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Todos estaban con el nuevo chisme del profesor Heechul y sus aventuras con algunos estudiantes de último año, la noticia se había hecho viral, además, supuestamente el profesor se había liado con el nuevo hombre que se encargaba de preparar la comida para los profesores, Jeongin se preguntó cómo era aquello posible si el hombre de sotana y sombrero gracioso parecía un beato.

El castaño permaneció en uno de los corredores de la escuela para poder escuchar más, oyó también que había un video en línea donde mostraba como el señor Heechul mantenía relaciones sexuales con aquel hombre desconocido.

—Dicen que lo despidieron—Murmuró uno de los chicos de su clase, Jeongin lo reconoció, Wonwoo era uno de los mejores estudiantes en Calculo e Historia. Tras él venían como siempre Keeho y Taeyang. El peliblanco tenía al otro tomado de la mano con fuerza, sonreía y lo miraba con adoración, Jeongin supo en ese instante que en realidad no estaba enamorado de él, porque de cualquier forma aquello sin duda debía dolerle. ¿No?

Inclinó la cabeza para no ver a Keeho, porque ahora menos que nunca tenía tiempo para asistir a una fiesta.

—¡Jeongin! —Jisung corrió por los pasillos llamando la atención de todos—. ¡Tienes que ver algo, ven!

El nombrado se echó a correr en dirección del bajito con labios en forma de corazón y cuando llegó a él le siguió el paso para ver que era aquello que lo tenía tan alterado.

Minutos después llegaron a una de las canchas de la escuela, el lugar estaba empapado con agua a causa de la lluvia y en el centro del lugar, entre tormentosas gotas y un frío escalofriante estaba Félix siendo zarandeado por un inestable Hyunjin.

Los ojos de Jeongin llamearon e intentó acercarse a ellos hasta que Jisung se lo impidió.

—Quiero ver qué pasa —le espetó Jisung con diversión en la mirada—. Sabes que me gusta el drama.

—Pero...

—Calla que no me dejas escuchar—Dijo finalmente Jisung como si diese por zanjado el tema. Jeongin apretó los dientes nuevamente hasta que la mandíbula se le hizo dura, pero a petición o mejor dicho a exigencia de su amigo ambos se escondieron entre las graderías para observar desde un lugar seco y cómodo aquella escena que se debatía entre ser grotesca y ser enfermiza

—Tienes razón Félix, tienes tanta razón, ese día me volví loco —el bajito pelirrubio se quedó parado, sin hacer nada y, cuando le pareció tener una revelación le echó una mirada siniestra a su hasta ahora ex pareja—. Me culpo por eso, pero te amo, y voy a estar celoso hasta que muera eso no va a cambiar, no me lo puedo permitir —Hyunjin dijo las palabras que salían con sinceridad, bajó la mirada para ver a Félix. y, se quedaron mirando el uno al otro durante un buen rato—. Pero si vamos a estar juntos vamos a luchar, no porque no confíe en ti, al contrario, soy celoso porque quizá nunca voy a creer que te merezca, soy celoso porque me aterra la idea de perderte, odio pensar que puedes enamorarte de ese tipo. Este soy yo, Félix. Yo prometo intentar cambiar, pero si tú ya no me quieres ver más, solo dilo.

Félix acababa de ser arrancado del reino de los atónitos y arrojado al reino de los sorprendidos. Nadie se lo había aclarado y con el estómago encogido comenzó a mover las manos, ahora dependía de él, todo dependía de él. Intentó aclararse la garganta, pero era en vano pues al parecer su voz aún no se dignaba en salir. Así que simplemente se quedó callado mientras admiraba la belleza de sus zapatos remojados en aquella agua sucia.

—Por favor di algo.

Mientras tanto Hyunjin quería decir algo más, pero no se atrevía. Quería preguntarle al bajito tantas cosas que sus labios no se lo permitían, supuso que aquel silencio era cómplice de todo lo malo.

¿Qué esconde el señor Bang? ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora