-Bien, tengamos la película en paz. -intento sonrieir.
-Yo prefiero verte a ti.
-Ves como estas loco por mi. -intento hacer que lo admita.
-A lo mejor un poco si. Pero no me vas a negar que tu también estas loca por mi.
-Negar no. Pero tampoco no afirmo.
Espera un momento. ¿Acaba de decirme que le gusto? ¿Que está loco por mi? Y lo peor,... ¿Yo le he dicho lo mismo?
¿Pero que me esta pasando?
¿Que nos esta pasando?
-Daniel -intento ponerme seria- ¿Eres consciente de lo que estas diciendo? -pregunto dudosa- Porque no se tu, pero yo estoy algo confusa.
-Yo, ... -intenta hablar Dani- No entiendo nada tampoco. No se que me pasa. -pone una mueca extraña con la cara- ¿Te estas dando cuenta de que hace unos minutos ambos negabamos estar loco él uno por el otro? Y ahora, ¿ahora lo estamos? -dice confuso.
-Eres un bipolar. -admito.
-Fue a hablar aquí, ...
Nos reímos los dos.
-¿Somos bipolares? -pregunto confundida- A lo mejor tenemos trastorno de personalidad o algo. -dramatizo riendome.
-Si también. Somos,... Somos, ¿como novios bipolares?
Arrugo mi nariz.
-No lo entiendo, y tampoco somos novios. No somos nada. Conocidos, sin más. Bueno, amigos.
-Amantes quizás. -bromea.
-¿Me quieres? -me atrevo a preguntar.
-¿Me quieres tu a mi? -dice en mi mismo tono de voz.
-Yo... ¡Espera! He preguntado yo primero.
-No sé, quizas mi hermano tenga algo de razón.
-¿Y entonces?
-Solo hay una forma de averiguarlo.
-Si...
Los dos volvemos a centrarnos en la película.
-Esto... ¿que forma? -digo al minuto.
-Idiota. -traga saliba- No se, a ver, yo me refería a..., es que no sé, quizás..., podíamos..., pero solo si quieres...
-¡Dilo de un vez! -me intrigo.
-Podíamos intentar algo,... A salir me refiero, pero sin obligaciones,...
-Yo... -me pienso lo que decir- ¿Entonces, que somos?
-¿Novios?
La verdad es que me gusta gusta la palabra: novios.
-Novios bipolares. -afirmo.- Es raro, ¿no?
-Si te digo la verdad, nunca he tenido novia. -admite Dani- No , no se que hacer...
-Si claro, y yo soy un alienígena.
-Es verdad. Yo nunca he estado con alguien más de un día. Solo me liaba con las tias y después me las tiraba. Y luego a por otra...
Me llevo las manos a la cara.
-Y cuantas te has... -digo abriendo los ojos.
-Mejor que no lo sepas.
-Oye, que si voy a estar contigo. No puede haber secretos.
-¿Seguro que quieres oirlo?
-Si. -afirmo. Aunque no este del todo convencida.
-Dieciséis, -abro mucho los ojos- o quizá diecisiete, -abro aún más los ojos- o dieciocho, ya he perdido la cuenta.
-¿Estoy saliento con un cantante o con un actor porno?
-Estas saliendo con Daniel Oviedo. Que es mejor.
-No te pases de creído. -digo levantando una ceja.
-Oye, ¿y si nos vamos?
-¿A dónde?
-No sé, por hay.
-Si venga ale, a la aventura. Para que nos volvamos a perder como ayer por la mañana. Y al final estuvimos dando vuelvas a la ciudad, si es que...
-Ya da igual. Si sobrevivimos a
eso, sobrevivimos a todo. A demás, no nos hemos enterado casi de la película. Y esos dos, -dice refiriéndose a Nini y Jesús- Ni se enteran de que nos hemos ido.
-Me estas diciendo que me fuge otra vez contigo.
-Efectivente.
-Me parece bien. -sale de mi boca una sonrisa tonta- Pero ten cuidado por la que te puede caer cuando veamos a mi hermano.
-Nah, no le va a hacer daño a su futuro cuñado.
-Bueno, ¿y esas confianzas? -me río.
-Que ahora eres mía. Solo mía.
-¿Y tus fans? ¿Que les vas a decir?
-Pff... Es compliado. Prefiero esperar, aún que como vean una foto tuya y mía juntos se va a liar...
-Entonces habrá que ir a lo FBI. Escondiéndose de la gente. Ocultando una tapadera.
-Deja de ver películas y de leer libros, por favor. Eres muy dramática. -se ríe Dani- Venga, va, vámonos.
-Venga, si, a la aventura. -vacilo.
Daniel me agarra de la mano y tira de mi. Bajamos de cuclillas las escaleras del cine hasta que salimos a la luz de la inmensa oscuridad de la sala.
-¿Y ahora que? -pregunto.
-Primero tenemos que ir a mi casa.
-¿Seguro?
-Si, ¿por?
-Mi casa esta cerca de la tuya. En mi casa esta mi hermano. Mi hermano está enfadado y nos va a matar. Te repito. ¿Seguro que quieres ir?
-¿A la aventura no?
Ruedo nos ojos y vamos a casa de los gemelos.
No tardamos en llegar
Ya que está cerca del cine.
Saca las llaves de su bolsillo izquierdo. Y entramos en su casa. Es parecida a la mía. Ya que son de la misma urbanización.
Me lleva hasta el garaje. Enciende la luz. Y hay un coche.
-¿No iras a conducir tu el coche, no?
-El coche no, todavía no puedo. Pero una moto si. -dice quitando una lona.
Debajo de la lona hay dos motos muy parecidas.
-No me pienso subir ahí.
-Ey, que conmigo vas segura
-No, me niego.
