XIX. Muéstrame

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Canciones del capitulo:
Maybe de James Arthur
Only Over You de FletwoodMac
Dream A Little Dream OfMe de Ella Fitzgerald

Un sentimiento indescriptible arrasa conmigo teniéndote en mi regazo. Hijo mío, el más pequeño y a la vez el más grande cimiento de nuestro hogar, tu diminuto cuerpo alberga el más inocente y puro amor. Lo llenas todo y lo envuelves todo con tu presencia. Cada día que pasa las raíces de nuestras vidas se entrelazan, y se adhieren a la tierra, inseparables como el alma a nuestro cuerpo. Padre e hijo, siempre y en todo —Moonchild

El cielo moteado y gris acompañado de un gélido aire arropaba la ciudad londinense como una ligera niebla, característica de ella, sin embargo, aquella inclemencia parecía no afectar a los ciudadanos que, ataviados en sus gabardinas caminaban con la premura que trae consigo un día laboral cualquiera. Evidentemente todos terminaban acostumbrándose al mal tiempo más temprano que tarde.

Taehyung observaba la escena a través del ventanal con Jiho en brazos, calmada y reflexivamente, una realidad muy distinta a la suya, hasta que sus brazos comenzaron a debilitarse teniendo que dejarlo en el suelo de madera.

Jiho ya tenía cinco años y pesaba lo justo para comenzar a limitar los mimos de Taehyung, deseo que en su interior parecía interminable, pero el crecimiento de su niño era innegable.

Era temprano en la mañana cuando Taehyung y Jiho, aún en pijama, estaban en la cocina preparando un pastel. Jiho estaba concentrado en mezclar los ingredientes con una sonrisa de emoción, sus manitas moviendo el batidor con ayuda de su papá.

Taehyung, con su propio cabello desordenado y aún medio dormido, le daba indicaciones suaves al niño de pie sobre el pequeño banquito que tenía que utilizar para poder alcanzar la encimera.

—¿Lo estamos haciendo bien, papá? —preguntó Jiho con los ojos destellantes, mirando a la masa espesa que había batido con tanto entusiasmo.

—Lo estamos haciendo perfecto, mi niño —respondió mientras colocaba la mezcla en el molde—. Ahora, lo llevamos al horno y después decoramos, ¿de acuerdo?

Jiho asentía con la emoción de todo niño ante un evento memorable como ver a su padre entrando al horno la previa creación que habían hecho juntos.

Taehyung sabiendo que su hijo apenas despertaba tenía al 100% sus energías, decidió continuar con los preparativos faltantes: preparar la crema y los pequeños adornos con él.

Apenas siendo un bebé, Jiho desprendía de sí un ánimo bastante enérgico y alegre que asemejaba a la de un motor de capacidad inagotable. Su crecimiento pasó frente a los ojos de sus padres como una cálida y rápida ráfaga de viento de verano.

La risa y balbuceos de Jiho ante las caricaturas y sus juguetes siempre estaba presente, mientras Jungkook jugaba con él en la piscina inflable en el patio, siempre estaba lleno de esos sonidos contagiosos cuando apenas tenía un año y todo lo que sabía decir era: agua, appa, pipi, y pica cuando la piel le ardía.

Con el tiempo la condición de su piel mejoró significativamente, cuando ya tenía dos años todos los tratamientos costosos habían valido cada libra esterlina invertida, la constante preocupación y angustia de sus padres se transformó en una alegría sin comparación.

Los primeros pasos de Jiho se convirtieron en carreras interminables por toda la casa y sesiones de escalada cuyas víctimas eran todos los muebles que parecían ser el obstáculo que más lo motivaba. Sus ganas de explorar cada rincón lo habían convertido en un niño que prefería las actividades movidas como jugar en el patio, pintar y rayar las paredes, poco le entretenían las caricaturas de la televisión, su interés de experimentar era una especie de maratón diario que dejaba exhaustos y rendidos a sus padres.

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