V. Cadillac, Elvis, Rock and roll

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Al final las almas gemelas se encuentran porque tienen el mismo escondite —Robert Brault.

Jungkook intentó no mirar la mano de Taehyung por mucho tiempo, sonrió a medias para disimular el hecho de que tenía en la punta de la lengua la incógnita: "¿Qué pasó con tu anillo?", él no tenía derecho a cuestionar tales cosas, de eso estaba convencido. Se resistió y sin más se limitó a sentarse de frente a la barra con el hombre sonriéndole con su encanto natural de siempre.

Aunque no sabía con exactitud todo lo que le llevó a la conclusión de que Taehyung estuviera comprometido en cuanto vio su anillo en el dedo anular, todas esas ideas se disiparon y el sentimiento de culpa que tuvo durante todo el día, desapareció. Solo sentía más curiosidad por ese hombre que parecía estar coqueteándole todo el tiempo, sonriéndole, guiñándole un ojo y aunque no lo admitiera en voz alta, todo eso le gustaba.

Él ya se había preparado mentalmente para ese momento, pero aun así su corazón no dejaba de latir fuerte, era algo que no podía controlar mientras Taehyung le servía el Gin-tonic que ya había pedido. Arrastró la botella de tequila consigo hasta sentarse a su lado, tal y como estuvieron la noche anterior.

Hay un silencio en medio de ellos, que aunque no es incómodo, aumenta la tensión en el ambiente, algo que se ha vuelto parte de sus recientes interacciones. Las miradas de reojo de Jungkook, curioso; la sonrisita de Taehyung al ver los movimientos ansiosos de sus dedos alrededor de la copa de su bebida.

Jungkook se aclaró la garganta esperando que Taehyung iniciara la conversación, pero este tenía su mirada en el líquido que es vertido en su vaso de shots antes de ser llevado a su boca, es por ello que decidió tomar la iniciativa porque necesitaba entablar una conversación con él o lo único que se escucharía entre ellos, sería el fuerte latir del corazón de Jungkook.

Él se había arreglado un poco más precisamente para llamar su atención, así que debía hacer algo para mantenerla, porque le gustaba tener los ojos de Taehyung en él, aunque lo ponía nervioso, era un sentimiento que le hacía sentir bien por dentro.

Estaba tomando un camino peligroso, de eso no tenía dudas, estaba en un terreno desconocido, y no sería la primera vez que tenía interés por alguien que lastimosamente no podría corresponderle como él quisiera por ser de diferente orientación sexual a la suya. Pero allí estaba, una vez más, tanteando en ese camino incierto, todo por un hombre del que no estaba seguro cuales eran sus gustos.

Le pareció extraño que Taehyung no fue el primero en hablar y tampoco había indicios de que quisiera hacerlo, su mirada seguía en la botella en sus manos y por la manera en la que suspiraba antes de cada trago, le decía que algo debía estar pasándole.

—¿Puedes hacer esto?, ¿no te regañan o algo? —cuestionó Jungkook, señalando el pequeño vaso de shots que recién había dejado el hombre sobre la barra.

—Puedo hacer esto y muchas cosas más. No te preocupes.

—Tampoco quiero abusar. No quisiera tomarme una segunda bebida gratis —admitió Jungkook luego de darle un trago a su bebida, sintiendo el alcohol calentar su garganta, dejando en su paladar un sabor amargo, pero sin llegar a ser desagradable.

Su respuesta le confirmó que realmente él no era un bartender cualquiera, tenía poder en ese bar, por lo que no le dio mucha importancia a lo que pudiera o no hacer, si él le ofrecía beber juntos es porque podía hacer algo como eso sin tener consecuencias. Lo que aún rondaba por su cabeza es que no había escuchado nada de quien fuera el dueño, solo conocía a quien fue su fundador.

—Yo te pedí compartir una bebida juntos, así que yo invito.

—Solo uno.

Taehyung asintió y volvió a tomarse otro trago de tequila, esta vez tuvo que aclararse la garganta al sentir como el líquido le quemaba la garganta, pero eso no evitó que casi inmediatamente se sirviera otro. Lo único que quería, era dejar de pensar en Juwon y en todos los mensajes que tenía de el sin contestar, mismos que seguirán allí hasta que tuviera las fuerzas necesarias para enfrentarlo.

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