Bajo el radar, donde el amor es libre, solo tú y yo, en nuestra propia realidad. No hay necesidad de esconderse, no hay necesidad de mostrar. En este espacio secreto, nuestros corazones brillan —Kim Jade.
El recibimiento en los aeropuertos es algo a lo que Jungkook probablemente nunca se acostumbre mientras sigan apareciendo cada vez más personas gritando por ellos, con carteles y algunos con sus álbumes que esperan ser firmados; sin embargo, no se podían detener, estaban limitados a solo saludar y seguir las indicaciones hasta la salida.
Finalmente estaban en corea y Jungkook se sintió un poco abrumado por la cantidad de personas y camarógrafos alrededor de ellos. No eran los más famosos, así que, por supuesto que estaba sorprendido por aquel recibimiento.
Dos coches esperaban por ellos en la entrada, Jungkook fue guiado por uno de los escoltas al último auto en la fila, miró por encima de sus hombros al ver que sus tres compañeros entraron todos a un mismo auto, extrañado subió al auto aleteando su mano hacia los fans que seguían gritando por ellos.
En cuanto cerró la puerta vio una figura familiar a su lado, era de noche y estaba un poco oscuro por lo que tuvo que entrecerrar sus ojos para poder apreciar el cabello castaño de Taehyung, quien mostraba una sonrisa radiante.
—Miel —susurró Jungkook sorprendido.
—Bienvenido a casa, Honey —susurró Taehyung inclinándose hacia para rodearlo con sus brazos y acariciar su cabello.
Jungkook se fundió en sus brazos, tomándolo de la cintura e inhalando su aroma a canela, ese que tanto extrañaba tener cerca. Lo apretó aún más después de dejar su mochila en sus pies, necesitaba tenerlo más cerca, sentir los latidos de su corazón contra su pecho. Cerró sus ojos mientras relajaba sus hombros al sentir las caricias de Taehyung en su cabello, la tranquilidad que le brindaba en ese momento es algo que ha estado esperando desde que abordaron el avión para volver a casa.
La calidez de su cuerpo en combinación con el perfume que emanaba de su piel, la suavidad de su cabello y la cercanía de su cuerpo le hizo sentir verdaderamente en casa. Ya no tenía que ir a ningún otro lado mientras estuviera de esa manera en sus brazos.
—Te extrañe tanto —murmuró en el cuello de Jungkook.
—Yo también te extrañé mucho, honey —susurró Taehyung al apartarse del abrazo.
Se rió bajito al ver el rostro de Jungkook con su cabello alborotado, mismo que acomodó con dulzura.
Jungkook bajó su mirada hacia los labios de Taehyung y no tardó en inclinarse para besarlo. Necesitaba tanto sentir sus labios, su aliento contra su rostro, sus respiraciones agitadas mientras unen sus labios. El beso se intensificó en el momento que Jungkook empujó levemente los hombros de su novio e hizo ademán de subirse sobre sus piernas, pero él mismo fue interrumpido antes de que pudiera hacerlo.
—Hey, hey —susurró Taehyung con una sonrisa, mirándolo a los ojos—. No estamos solos, ¿recuerdas? Respeta a tu chofer.
Jungkook lo extrañaba tanto que ya no recordaba que no estaban solos y que evidentemente el auto estaba en marcha. En ese momento no pensó en lo que hacía, así que se sentó derecho en su lugar y se disculpó con una reverencia con el chofer que tenía su atención en la carretera.
—De verdad, lo siento —volvió a decir Jungkook.
—Está bien, señor, lo entiendo —dijo el hombre al poner las direccionales del coche.
—Perdón —repitió en un susurro.
Taehyung apretó la pierna de Jungkook y le dio un asentimiento indicando que todo estaba bien.
ESTÁS LEYENDO
Show Me
Romansa«Muéstrame la melodía de tu corazón cuando ama. Escucharé cada canción, ritmo y armonía de tu amor» Jungkook, es un estudiante de artes escénicas por compromiso, odia la carrera que sus padres eligieron para el, pero ama la música con cada latido de...