III. Blue Notes, indie rock

3.9K 428 37
                                    

Tenía un tiempo sin luchar, pero estoy seguro que no he olvidado como hacerlo. Hoy no me permito estar triste, hoy me permito tener fe; la fe de los que no esperan nada, pero en el fondo, por una vez, anhelan algo —Moonchild

Taehyung no sabía cómo sentirse respecto a la banda que él mismo eligió, no pudieron presentarse porque les faltaba un integrante, mismo que según había entendido, era el líder. Sabía perfectamente que se trataba del pelinegro tatuado que siempre veía caminar por las calles frente a su bar, con su cabello algunas veces atando en una coleta o suelto.

Estaba algo decepcionado porque sus compañeros de banda parecían realmente desanimados al decirle al encargado de evaluación que no podrían presentarse sin él, lo que le pareció respetable y demostró lo unidos que eran, lo cual era una debilidad y una fortaleza para ellos como músicos que buscaban una oportunidad.

También estaba preocupado del porqué el chico no había llegado después de tanto tiempo, pensó en todas las posibilidades. 1) Quizás no pudo salir del trabajo antes, si es que tenía uno. 2) Lo olvidó. 3) Se arrepintió o algo no muy bueno le había sucedido, esperaba fuera cualquiera de las anteriores, menos la última opción, no lo conocía, pero era el rostro que veía frecuentemente desde ese día que entró a su bar tímidamente.

Jungkook no podía estar más nervioso, ha estado ensayando mentalmente lo que le diría a quien fuera la persona a la que se dirigiría para pedir una segunda oportunidad, solo esperaba obtenerla y no arruinar aún más la posibilidad por su mala elección de palabras, posible tartamudeo, o cualquier cosa que revelara su estado nervioso.

—¿Estás bien? —cuestionó Cyrus a su lado, sacando a Jungkook de su burbuja mental.

—Sí, ¿por qué?

—No dejas de mover tu pierna —susurró de manera que solo ellos pudieran escuchar, intentó dejar el movimiento nervioso, pero no lo hizo hasta que sintió la mano del chico apretar su muslo.

Jungkook levantó su mirada para encontrarse con los ojos esmeralda de Cyrus, quien le sonrió de lado, solo en el momento que apartó su mano sintió que pudo respirar regularmente.

—No tengas miedo, nos dejarán tocar, confiamos en ti —masculló volviendo su mirada al frente—. Además, sabes que Jimin no obtendrá un no como respuesta.

Había conocido a Cyrus en la universidad, cuando ya ambos iban a mediados de sus carreras, tuvieron más de una clase juntos, supo que tocaba la batería por pura casualidad, una vez le mostró un vídeo suyo tocando y es por ello que fue la primera persona en llamar para que fuera parte de la banda en la que en ese momento solo eran él y Jimin.

Como casi todas las decisiones que tiene que tomar en la vida, dudó de si era buena idea que estuvieran juntos en la misma banda, considerando el pasado que tuvieron mientras estuvieron en la facultad. En ese momento no se arrepentía de haberlo llamado, porque era una parte de esencial de ellos como banda y ciertamente sabía cómo ser un buen amigo.

Mientras aún pensaba en que diría, su mirada se perdió en aquellos vaqueros azules que Cyrus siempre usaba por dentro de sus botas y ese abrigo rojo de cuadros que nunca podría faltar. Estaba concentrado en ensayar lo que diría que ni siquiera se dio cuenta de que estaba levantando su mano, listo para peinar el cabello rubio y rebelde del chico a su lado que ahora lo observaba con curiosidad.

—Me parece que ya casi están por cerrar, ¿listo?

Su pregunta fue lo que evitó que hiciera algo estúpido, de lo qué definitivamente se arrepentiría luego, no estaba plenamente consciente de lo que hacían sus manos. Ni siquiera se dio cuenta de que ya habían salido las últimas personas del bar y detrás de ellos los empleados; Jungkook no sabía muy bien a quien dirigirse, pero la única persona con la que probablemente hablaría seguía dentro del bar, lo podía ver a través del cristal y por un segundo creyó que él también lo miraba.

Show MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora