Effy.
Abrí los ojos y los volví a cerrar, no quería levantarme por un buen rato. Miré la hora, y joder, eran las cinco de la mañana... y la última vez que revisé el reloj ayer decía las cuatro. Creo que con suerte había dormido cuarenta minutos. Suspiré, tenía que empezar a dormir más o sino me moriría.
Cómo si eso te preocupara.
Debo curarme, es la única forma de hacerle creer al idiota ese que no necesito su estúpida terapia.
Suerte con eso.
Lo lograré y tú te callarás de una vez por todas.
Si, seguro.
¡Genial! Justo lo que necesitaba, que una estúpida voz en mi mente me tome el pelo.
-Es hora Effy.- me levanté y caminé hacia el baño, abrí la ducha y me quité la ropa. Miré mi cuerpo desnudo en el espejo y fruncí el ceño al ver unas marcas, parecían golpes, estaban moradas y otras rojas, tenía en las piernas y en los brazos, y una en mi abdomen. ¿Cómo carajo me las hice? ¿Cuándo? ¿Quién las hizo?
Sacudí la cabeza y me metí en la ducha. Me duché y salí envuelta en una toalla, me vestí y bajé las escaleras en busca de algo para comer. Abrí la heladera y abrí los ojos como platos.
No había nada.
Suspiré y tomé dinero, salí y fui al supermercado a comprar algunas cosas. Tomé algunos comestibles y cosas para tener y cuando estaba en la caja vi a Harry tomar una botella de vodka. Me di la vuelta para que no me viera, pero no tenía sentido después de todo era yo la que lo quería ver.
-Mh ¿Harry?
Él me miró y sus ojos se abrieron con amplitud.
-¿E-Effy?-dijo. Su voz se oía quebrada.
-¿Cómo has estado?- pregunté tratando de mantenerme fuerte.
-No lo sé, bien supongo, ¿Tú?
-Cómo siempre.- me encogí de hombros.
-Yo...te he extrañado ¿sabes?- me dijo mirándome a los ojos, sus ojos verdes brillaban y su voz se oía quebrada.
-Harry, no hagamos esto ¿sí? No nos hacemos bien, no tiene sentido.- él asintió y bajó la mirada triste. Me arrepentí de haber sido tan dura con él, es difícil para él y también lo es para mí, sólo que yo finjo que todo está bien.
Sin pensarlo lo abracé y me recosté en su hombro, él me abrazó fuertemente, como si no quisiera dejarme ir nunca. Me sentía tan completa, su abrazo era tan dulce y me hacía sentir viva. Lo extrañaba mucho, lo necesitaba y abrazarlo fue una de las mejores decisiones que tomé en mucho tiempo.
Al separarnos ese momento mágico se cortó, pero su sonrisa me iluminó otra vez, me hizo sentir viva. Lo tomé de la mano y salimos del lugar juntos, él me miró confuso pero no dijo nada, después de todo, era lo que menos le importaba la razón por la que hacía esto, a él le importaba el abrazo y la dulzura con la que nuestras manos se habían unido.
Afuera del supermercado él me miró y sonrió otra vez, su sonrisa dulce me daba una sensación rara, pero hermosa, que jamás había sentido. Me daba vida y me hacía sentir completa.
-Effy...-lo interrumpí con un beso sintiéndome bien después de un largo tiempo.
Ese beso lo había dicho todo, pero por si no le había quedado claro agregué:
-Por favor sácame de aquí.
Me sonrió. Caminamos hacia una cafetería cerca de mi casa, al llegarnos sentamos en el sillón y sentí mi móvil vibrar. Mi estómago se revolvió cuando leí el mensaje.
De: Brad.
Mensaje: Zorra.
Había una foto adjunta de Harry y yo besándonos.
Mis manos empezaron a temblar, sabía lo que se venía, mi móvil se cayó, Harry lo levantó... y vio la foto. Miró con furia hacia todos lados y de repente salió corriendo, corrí detrás de él y cuando se detuvo vi a Brad en un callejón... o lo que quedaba de Brad, lucía muy mal. Harry empezó a golpearlo y a gritarle cosas. Yo me tiré encima de Harry para que dejara de hacerlo, aunque lo que Brad había hecho me había dolido, no quería que lo lastimara. Harry me miró con sus puños llenos de sangre y miró a Brad asustado. Brad tenía su labio roto y su nariz sangrando, sus pómulos estaban lastimados y en sí su rostro se veía horrible.
Me recosté contra la pared del callejón y puse mis manos en mi cabeza, arrollé mis rodillas y me recosté en ellas, sentía un hormigueo en todo mi cuerpo, Harry me hablaba pero no podía contestarle, me costaba trabajo respirar y cuando intentaba respirar profundo me mareaba más. Mi cabeza dolía y sólo escuche una frase que logré entender antes de desmayarme.
Hasta aquí has llegado...
Vi toda mi vida pasar por delante de mis ojos, como aquella vez en la que intenté suicidarme. Mi infancia, mi adolescencia, mis mayores alegrías y dolores, cada lágrima y cada dolor acumulado en mi corazón. Cuando descubrí que cuando te sentías triste o derrotada podías guardar ese sentimiento en el fondo de tu corazón y poner una sonrisa en tu rostro, sólo para no preocupar a nadie y para no mostrar debilidad. El problema es que eso no duró para siempre, y esos dolores acumulados fueron matando la poca vida que me quedaba y así me convertí en lo que soy ahora.
De repente todo desapareció y respiré otra vez, abrí los ojos y vi a Harry mirándome preocupado.
-Vi mi vida pasar frente a mi ojos, fue algo tan extraño.- murmure.
-¿Estás bien?- me preguntó preocupado.
-Si, eso creo.- me ayudó a levantarme. Lo miré a los ojos y me di cuenta de que había vuelto a caer en un error, había generado una pelea entre Brad y Harry, de que todo era mi culpa. Yo no lo merecía y no podía seguir arruinando todo lo que él tenía.
-Debo irme.- dije y me fui. Empecé caminar rápido y luego a correr. Esto se había terminado, no volvería a verlo nunca más.
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Lost in the darkness (editando)
Teen Fiction"¿Puede un corazón que ha sido destrozado volver a sentir?"