Lost in the darkness (editando)

Capitulo 1: "¿Me recuerdas?"

Effy.

Cerré los ojos y solté el humo de mi cigarrillo. Miré mi reloj confirmando que hacía media hora que estaba esperando a esta imbecil. Ni siquiera sé por qué estaba aquí, Amy es una zorra que se hace llamar mi amiga pero yo sé que sólo quiere verme caer. No sé que es lo tan "importante" y "urgente" que tiene que decirme. Es patético que espere más de media hora para esta estupidez, probablemente sólo quiera mostrarme una foto de ella con tal ropa para ver si le queda bien. Dios, ni siquiera tendría que haber venido.

Me iba a levantar cuando la vi venir corriendo con su ropa rosada estúpida y su cara de retrasada.

-¡Eff!- gritó. Rodé los ojos y la miré seria.

-Hace media hora que estoy aquí, espero que sea importante.

-Lo es, mira.- me tendió su celular. Lo tomé de mala gana y miré las fotos. Abrí los ojos como platos mientras pasaba las fotos. Dereck aparecía besándose con una chica, ella sentada sobre sus piernas.

Maldito idiota.

Le di el celular y empecé a caminar rápidamente, yo no sentía nada por él, pero había empezado a sentirme bien con él, no sé, la pasábamos bien y me sentía protegida junto a él, no imaginé que me haría algo así. Amy me siguió y me preguntó cosas estúpidas como "¿estas bien?" o "¿quieres que lo golpeé?".

-Amy, ¿Podrías hacer algo por mí?

-Si claro Eff, lo que sea.

-Piérdete.

-P-pero...- seguí caminando pero cada vez más rápido. Tenía ganas de ir a la casa de ese idiota y gritarle. Pero no tendría sentido ¿Qué iba a reclamarle? Dereck y yo no teníamos una relación seria, además si yo estoy con otras personas ¿Por qué él no puede hacerlo también? Pero me molesta, me molesta demasiado. No lo entiendo, si me tiene a mí ¿Por qué quiere a otra? ¿Es que no soy suficiente? ¿Es eso?

Suspiré y quité mi cabello de mi rostro bruscamente. Empecé a correr de la impotencia que tenía, corrí hasta que mis piernas no dieron más, aún así seguí corriendo, quería gritarle, quería explotar y romper todo. Me sentía horrible, no podía hacer nada, no podía reclamarle nada, pero joder, me molestaba tanto. Mi garganta empezó a arder y pensé que me quedaba sin aire y cómo por arte de magia me tropecé con algo y caí al suelo descansando mi cuerpo.

-¿Estás bien?- alguien dijo. Miré hacia dónde provenía esa voz y pude ver a un chico morocho de ojos verdes, su cabello era bastante largo y su rostro se me hacía familiar... oh por dios.

¡Es Harry!

-Eh s-si e-estoy bien, gracias.- tartamudeé como una idiota. Él me ayudó a levantarme y sonrió lo cuál me hizo sentir más estúpida.

-¿Effy?

-Mh, ¿Nos conocemos?- me hice la idiota.

-Soy Harry ¿Me recuerdas?- sonrió con esa estúpida sonrisa que me hacía sonreír a mí también.

-¡Harry, claro! ¿Ibas conmigo a la preparatoria, cierto?- me hice la idiota otra vez.

Esto de hacerme la idiota me sale bastante bien.

-Si, creo que debería pedirte disculpas, no sé si te acuerdes ya que pasó hace mucho tiempo, pero yo solía decirte algunas cosas que te herían y bueno sé que estuve muy mal. Me gustaría disculparme, sé que es tarde porque bueno han pasado muchos años y ya lo debes haber superado pero creo que mi consciencia estaría más tranquila si pudieras perdonarme.