Lost in the darkness (editando)

Capitulo 5: "Heroína, mi dulce pecado"

Acomodé mi cabello frente al espejo y suspiré. Mi celular vibró, Brad me estaba llamando.

-Hola.- dije.

-Trae tu trasero a abajo, te estamos esperando.- sonreí.

-¿Es necesario mi trasero? Pesa mucho.- bromeé.

-Si, lo es, si necesitas ayuda sólo dímelo.- pude oír su tono pervertido.

-No gracias, ahora bajo.- corté y salí de mi habitación, bajé las escaleras y... joder.

Connor seguía ahí. Se había pasado todo el día aquí.

-Oh, has bajado.- dijo.

-Si, me tengo que ir, mis amigos están afuera.

-Oh, tenemos una fiesta.

-¿Tenemos? Tú no vas a ningún lado, bueno sí, pero no conmigo.

-Oh, ¿Por qué no?

-Deja de decir "oh"

-¿Por qué?

-Te hace ver más afeminado de lo que ya eres.

-¿Alguna vez te han dicho que eres desagradable?

-¿Alguna vez te han dicho que eres estúpido?

-No, ahora responde mi pregunta.

-No, no soy desagradable, soy realista.- abrí la puerta y saludé a Brad, él me miró sonriente y luego miró a Connor.- Lo que pasa es que la verdad duele y a la gente no le gusta, pero es lo que hay. Prefiero vivir en la verdad.- terminé de decirle a Connor. Amy me saludó y yo fingí una sonrisa. Empezamos a caminar y cuando pensé que la conversación incómoda que había tenido con Connor, y de la cual había huido, había terminado él soltó:

-No prefieres la verdad, porque si lo hicieras no estarías aquí fingiendo, fingiendo que ellos son tus amigos, cuando todos sabemos que no lo son, fingiendo que estás bien, cuando no lo estás, fingiendo que te diviertes, cuando lo único que quieres es drogarte y llegar al punto de estar tan jodida, que no piensas en tus problemas, sino en lo mal que te sientes. Yo no creo eso de que eres una chica normal, fiestera, feliz, que se divierte con sus amigos, y creo que ni siquiera tú lo haces.- su sinceridad me golpeó en la frente, quería gritarle, decirle que no sabía nada, que dejara de meterse en mi vida, pero no pude, simplemente no pude. Me quedé estática,

-Cállate.- solté.

Brad me miró, Amy también lo hizo y Luke rió. Le tiré una mirada asesina a Luke y continué mi camino, hicimos todo el puto camino en silencio por culpa del idiota de Connor.

Llegamos, mis "amigos" se fueron y aproveché el momento para tomar a Connor del brazo y empujarlo a un rincón. Él me miró confundido.

-¿Qué mierda pasa contigo?- le grité.

-¿Qué?- dijo con el ceño fruncido.

-¿Qué es lo que quieres?- grité enojada.

-No entiendo.- se limitó a decir.

-¿No entiendes?- me desesperé.- ¿Que mierda significa lo que acabas de decir?

-Es la verdad, acéptalo.- dijo mirándome a los ojos.

-¡No! ¡No acepto una mierda! ¿Quién eres tú para decirme eso? ¡Tú no me conoces!

-Eres tan predecible que no necesito hacerlo.

-¡Vete a la mierda!- grité, las lágrimas se apoderaron de mi, salí corriendo y subí las escaleras, entré al baño. Para mi sorpresa no era el baño, sino una habitación, y no sólo eso sino que en esa habitación estaban Brad y una zorra, tomé a la zorra de sus cabellos negros y la saqué de la habitación cerrando la puerta, Brad me miró sorprendido, me tiré encima de él y lo besé apasionadamente, me senté a horcajadas de él y lo besé hasta que nuestra ropa empezó a estorbar.

(...)

Abrí los ojos y parpadeé varias veces ¿Dónde estaba? Mi cabeza dolía, y estaba desnuda en una cama con Brad a mi lado, él dormía profundamente, se veía tan tierno.

¿Qué mierdas digo?

Me levanté y me vestí, salí de la habitación con mis zapatos en mis manos, me encendí un cigarrillo mientras miraba por la ventana, había chicos dormidos en los sillones, en el piso, había un chico en la mesada de la cocina. A lo lejos vi venir el auto de los padres de Ryan.

¡Mierda! ¡Los padres de Ryan!

Corrí a la habitación y desperté a Brad. Él despertó a Ryan y Ryan los echó a todos. Corrimos afuera mientras los padres de Ryan nos gritaban todo tipo de cosas.

Ay Ryan, ¡lo que te espera!

Brad me cogió al estilo nupcial y me sacó de ahí, yo me reí y puse mis brazos en su cuello. Cuando nos alejamos lo suficiente él me bajó, aún seguíamos riéndonos, él me miró a los ojos y no pude resistirme, él me gustaba, siempre me pareció estúpido pensar así de alguien, me encanta su forma de actuar, de ser, y bueno, estaba buenísimo.

Quité la vista un segundo de Brad y pude ver, detrás de él a Harry hablar con una chica. Una punzada de celos me invadió, sin pensarlo un segundo, tomé a Brad y lo besé, abrí los ojos y miré a Harry enojada, él besó a la chica y sentí un dolor profundo en mi pecho. ¿Por qué me dolía tanto? Me separé de Brad y lo miré a los ojos. Él sonrió.

-Lo siento.- fue lo único que dije.

Corrí, corrí como nunca había corrido, las lágrimas nublaban mi vista, pero eso no me detuvo, sentí mi garganta arder, todo mi cuerpo dolía, me sentía agotada y ni siquiera veía por dónde corría. Seguí corriendo hasta mi casa, entré y me encerré en mi cuarto, lloré, me golpeé, tiré todas las cosas de mi cuarto y las golpeé.

La puerta sonó y no le hice caso.

-¿Effy?- dijo mi madre.

-¡Déjame sola!- grité.

-Debe estar en sus días.- dijo mi madre.

-Si, debe ser eso.- acotó mi padre. La furia me invadió. Corrí y abrí la puerta.

-¡No! ¡No estoy en mis días! ¿Y sabes por qué no lo sabes? ¡Porque si fueras buena madre y me escucharas, sabrías que ya me bajó este mes! ¡Pero tú siempre tienes cosas más importantes que hacer que escuchar a tu propia hija! ¡Y porque si fueras buena madre me preguntarías por qué llego a las diez de la mañana después de haber desaparecido por toda la noche! ¡Apuesto a que ni siquiera te has dado cuenta! ¿Verdad? ¡Si fueras buena madre me escucharías, te preocuparías por mi! Y en el fondo sé que ni siquiera te importo.- dije aún más calmada. Entré a mi habitación y sollozando tomé la bolsa con polvo lo puse en una cuchara, los ojos me brillaban del deseo, encendí el encendedor y lo puse debajo de la cuchara para que derritiera el polvo. Tomé el liquido que había quedado con jeringa y me lo inyecté. Sentí esa sensación de placer inmediata, luego me sentí tranquila, como si ya no estuviera tan enojada, me sentía sedada, heroína eres mi dulce pecado...