Abrí los ojos y miré hacia todos lados, esta no era la habitación de Harry. Miré a mi lado y vi a Brad dormir tranquilamente. Mi respiración comenzó a agitarse, y mis manos comenzaron a sudar. De repente sentí unas ganas de vomitar tremendas, corrí hacia el baño y vomité, me sentía mareada y culpable.
Harry estaba internado por mi culpa, ¿y yo me acostaba con otro? Soy un asco, debería matarme.
-Nena, ¿estás bien?- escuché la voz de Brad. El hecho de que me llamara "nena" me revolvía el estómago y me daba más ganas de vomitar. Seguí vomitando hasta que no tenía nada más que echar. Brad me tocó y enseguida me alejé.
-¿Qué ocurre?- dijo con el ceño fruncido. Lo miré a los ojos, no podía decirle que me arrepentía de haber estado con él, eso sólo empeoraría las cosas.
-Nada.- murmuré.
-Te arrepientes de lo de anoche.- dijo. Sonó más como una afirmación que como una pregunta.
Me mantuve en silencio, sentí como las lágrimas mojaban mis mejillas. No podía hacerle esto, pero tampoco podía hacérselo a Harry.
De repente, Brad golpeó la pared. Me sobresalté.
-¡Estoy harto de esto! ¿Por qué no me lo dices? ¿Eh? ¡Por qué no me dices de una vez que mierda es lo que te pasa! ¿Qué está mal contigo?- gritó. No pude mirarlo a los ojos, ni siquiera podía levantar la mirada, no podía. Salió del baño, tomó su remera y se fue golpeando la puerta. Sollocé y me levanté, me vestí y me lavé el rostro.
-Das asco.- dije mirando mi reflejo. Esas dos palabras expresaban todo, todo ese odio que sentía por mi misma, por mí como persona. Sólo quería golpearme, lastimarme, descargar toda la furia que tengo. Soy una zorra, una jodida zorra, siempre lastimo a los demás, a las pocas personas que me quieren. Dejé a Brad cuando más me necesitaba. Por meterme con Connor perjudiqué a Harry, y ahora está internado con una bala en el abdomen. ¿Y ahora? Me acosté con Brad, engañé a Harry y los herí a los dos. Debería morirme.
Tomé mi abrigo y escribí en un papel "lo siento". Miré el papel.
Que ridículo, por dios.
Hola, tengamos sexo, mañana me arrepentiré y te dejaré, pero te diré"lo siento" y eso es importante.
Suspiré con lágrimas en mis ojos. Tomé el papel, lo arrugué y lo tiré. Salí de la casa de Brad y caminé a casa. Al llegar entré y dejé las llaves en la mesa. Fui a la habitación y me asusté al ver a Emily mirarme, estaba despeinada y su maquillaje estaba corrido.
-¿Dónde has estado?- me preguntó. Su voz estaba ronca y parecía haber llorado. Sentí un sudor frío correr por mi nuca. ¿Y ahora que le diría? No puedo mentirle, todo lo que está pasando es mi culpa y no se lo merece.
-Mi madre.- fue lo único que dije. Ella frunció el ceño.- Volvió de Italia y quería que me quedara.
-No entiendo, ¿Cuándo fuiste a su casa?- dijo confusa. Y si, supuestamente sólo saldría unos minutos a comprar algo o no sé. No desaparecería toda la noche.
-Fui a buscar algo de ropa y cosas que habían quedado ahí.- mentí por enésima vez.
-Ah.-se limitó a decir.
-¿Has desayunado?- dije para cambiar de tema.
-No, me daré una ducha.
-Está bien.- intenté sonreír. Emily se levantó y se fue al baño.
No se lo tragó.
Fui hacia la cocina, tal vez preparar algo para el desayuno me distraería.
Un rato después Emily entró en la cocina y me tendió el teléfono. Dejé de servir jugo y la miré con el ceño fruncido.
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Lost in the darkness (editando)
Teen Fiction"¿Puede un corazón que ha sido destrozado volver a sentir?"