Effy
Miré mi reloj, eran las cuatro y cuarenta y cinco y a las cinco debía partir para el hospital a ver a Harry, el horario de visita empezaba a las cinco y media pero quería salir con tiempo para comprarle algo de comida. La comida de los hospitales apesta, además me hacía sentir un cinco por ciento menos culpable, todo sea por mi tener mi conciencia tranquila. Me estiré en la silla y sentí todas las extremidades de mi cuerpo doler, casi ni había dormido. Me sentía tan culpable y tan aterrada que ni siquiera podía descansar. Estaba nerviosa, ansiosa, y no podía concentrarme en nada más que no fuera Harry en el hospital por mi culpa y a Connor lleno de furia e impotencia en las calles. Estaba paranoica, tenía miedo de que Harry volviera a salir herido por mi culpa, me prometí a mi misma mejorar y ser feliz junto a él.
Oh si, he oído eso antes, ¿Tal vez con... Brad?
Abrí los ojos como platos y miré a mis alrededores asustada. No había nadie más que yo en el living de la casa de Harry, había un silencio tan intenso que podías escuchar el tic tac del reloj de la cocina. No podía ser, yo había tomado esa cosa que me haría dejar de oírla, no podía estar pasando esto.
Esperé escuchar algún tipo de respuesta irónica o sarcástica pero lo único que obtuve fue el silencio profundo de la casa. Me sentía aliviada pero a la vez asustada, tal vez sólo lo había hecho a propósito y ya volvería a hablar. Puse un cabello detrás de mi oreja y suspiré mirando mi reloj, ya debía salir.
Me levanté de la silla y caminé por el pasillo hacia la puerta. Puse la llave en la cerradura y al abrir la puerta me llevé una gran sorpresa. La novia de Harry, digo, la ex novia de Harry estaba del otro lado de la puerta. Al verme abrió los ojos como platos y luego frunció el ceño mirándome de arriba a abajo. Levanté una ceja.
-¿Sí?- dije con impaciencia, lo que menos necesitaba era que su mirada de desagrado me hiciera perder tiempo.
Alzó las cejas algo sorprendida, supongo. Tranquila, a mi también me caes mal.
-¿Disculpa?- dijo con su tono chillón.
-¿Qué necesitas?- dije con frialdad.
-A ti no.
-Pues,entonces, no entiendo por que sigues aquí.
-Vine a ver a Harry, lo que ha pasado es grave y tengo que verlo y hablar con él.- dijo con aires de superioridad. Fruncí el ceño.
¿Cómo se enteró?
-¿Y tú como sabes?- dije con desconfianza.
-¿Tú como sabes? No puedo creer que te lo haya contado.- dijo indignada.
¿Que?
-Estaba con él cuando paso.- respondí algo confusa.
-¡¿Qué?!-casi gritó.- ¡¿Cómo que tu estabas ahí?!- me agarró de mi chaqueta y mi paciencia se terminó.
-Primero, no me toques.- dije fría quitando su mano de mi chaqueta con asco.- Segundo, no me subas el tono, y tercero, sí, yo estaba ahí, nos robaron y el ladrón quería llevarme, él se opuso y el tipo disparó. Así que si me disculpas, debo ir al hospital a ver a mi novio.- dije esto secamente y me fui caminando rápidamente por el pasillo hacia el ascensor. Había perdido mucho tiempo con esta zorra y ahora no podría comprarle comida. Perra. Escuché los tacones dela rubia por el pasillo, venía detrás de mí. Suspiré cuando la oí decir "chica" y me di vuelta mientras apretaba el botón del ascensor. La miré dura.
-Que.- lo dije tan seca que sonó más como una afirmación que como una pregunta.
-¿Qué acabas de decir? ¿Qué le pasó a mi Harry?- dijo haciéndose la impactada. Una puntada de celos me invadió cuando dijo "mi Harry". Además, si no estaba hablando de eso... ¿De que carajos hablaba entonces?
-Y si, eso es lo que pasó. ¿De que hablabas tú?- dije con el ceño fruncido.
-Ah pues, nada.- dijo mordiéndose la lengua.
Esto ya empezaba a molestarme demasiado.
-Escúchame zorra,- la tomé de su brazo.- me has hecho perder mi tiempo con tus estupideces así que ahora vas a contarme que es lo que ha pasado.
-Primero, no me toques.- dijo repitiendo mis palabras. La furia me invadió.- Segundo, no me levantes el tono porque no pienso contarte lo que pasó y no ganarás nada insultándome.- dijo tocando su cabello rubio.
-Da igual, es decir, lo que haya pasado ya pasó, yo soy su presente ahora, así que adiós.- me subí al ascensor que estaba ahí hacía horas. Pulsé el botón y le sonreí con sorna. Ella me miró con odio.
-Mejor tomaré las escaleras, me dan miedo las esquizofrénicas.- dijo con disgusto. Las puertas se cerraron y yo golpeé la puerta con los ojos llenos de lágrimas.
-Maldita zorra.- murmuré. Sentí como todo mi cuerpo se tensaba y el hormigueo subía desde mis piernas hacia mi torso y sabía lo que se venía. Un jodido ataque de ansiedad, ya había pasado por esto. Tomé un cigarrillo y inhalé el humo muchas veces, lo tragué y lo solté. Repetí el procedimiento muchas veces hasta sentirme más calmada. Salí del ascensor y corrí fuera del edificio. Miré la hora, eran las seis de la tarde, entre que llegaba y hablaba con el médico casi no tendría tiempo para estar con él. Con lágrimas en mis ojos corrí, corrí con todas mis fuerzas. Al llegar subí las escaleras, no había tiempo para esperar el ascensor. Toqué la puerta de la habitación y entré. Harry me miró desde la cama, tenía una revista en sus manos. Entré y respiré tranquila.
-¿Effy? ¿Que ha pasado?- dijo preocupado.
-Nada, -respiré agitada.- estoy bien.
-¿Has corrido?- dijo con el ceño fruncido.
-Quería llegar temprano para poder pasar más tiempo contigo.- sonreí dulcemente. Su expresión se aflojó y me sonrió. Me acerqué a él y lo besé, él correspondió mi beso y al separarnos sonreímos como dos idiotas.
El doctor entró en la habitación interrumpiendo nuestro momento, me corrí hacia atrás y el doctor tosió para ocultar su sonrisa.
-Veo que te encuentras mejor.- dijo sonriendo.
-Mucho.- me sonrió Harry tomando mi mano. Me sonrojé.
Le hizo unos estudios de rutina, le tomó la presión y esas cosas. Luego nos dijo que tal vez mañana o pasado le darían el alta si todo seguía bien. Nos miramos y sonreímos. Esta pesadilla terminaría pronto.
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Lost in the darkness (editando)
Ficțiune adolescenți"¿Puede un corazón que ha sido destrozado volver a sentir?"