Abrílos ojos y automáticamente sonreí. Harry me abrazaba fuertemente ycuando quise moverme se quejó y acercó sus labios a mi rostro.
-Dejade moverte, no te dejaré ir.- murmuró con la voz ronca. Sonreícomo una idiota y lo besé. Él seguía con los ojos cerrados lo cualme daba más ternura. Me quedé un buen rato sólo acostada a sulado, sintiendo su calor. Me sentía tan feliz, había olvidado lobien que se sentía despertarte abrazada a la persona que amas. Me dila vuelta para cambiar de posición y él me abrazó por la cintura yse acercó más a mí.
-Yaveo que no vas a quedarte quieta.- me dijo, reí y él me besó en lamejilla.
Selevantó y sentí como el frío volvía a mi cuerpo. Laspreocupaciones volvieron al no ver su sonrisa. De repente pensé enmi madre y en lo que le podía estar pasando en este momento, tal vezno estaba bien, tal vez Connor la estaba lastimando y todo por miculpa. Además él pudo haberme visto, puede saber dónde vive Harryy saber que estoy en su casa ahora. Puede estar afuera listo paralastimarme. Tenía mucho miedo de lo que podía pasar, me sentíainsegura y preocupada. Como si toda esa tranquilidad que habíasentido minutos antes se hubiera evaporado, mis nervios y mi ansiedadhabían vuelto.
-Desayuno.-Harry dijo y entró con una bandeja en sus manos. Desvié mi miradahacia él yo sonreí inevitablemente. Se sentó a mi lado y apoyó labandeja en la cama.
-Harry.-lo llamé.
-¿Sí?-me miró sonriente.
-Tengomiedo.
-Nodebes tener miedo de ese idiota, estoy aquí para ti y no dejaré queél te haga daño.
-Noquiero que lastimen a mi madre, no quiero que me haga daño, noquiero que nada malo pase. No quiero que las cosas sean así, perocreo que no me queda de otra.
-Effynada malo pasará, estoy aquí para cuidarte, y lo estaré siempre.
Tomésu mano.
-¿Creesque esté muerta?- solté.
-¿Qué?- frunció el ceño.
-Mimadre.
-Nolo sé, pero no debes preocuparte por eso, ya la sacaremos de ahí.
-Nome importa.
-Peroes tu madre Effy.
-Nisiquiera sabemos si la tiene en realidad.
Sequedó unos segundos pensando.
-Tienesrazón.- su móvil sonó y corrió a atenderlo. Minutos despuésvolvió con expresión preocupada.
-¿Queha pasado?
-Emilyse peleó con papá y parece que se dijeron cosas bastante feas.
-Ve.
-Nilo pienses, no te dejaré sola.
-Esimportante, ve.
-Nolo haré.
-Harryescúchame, no estoy bien pero tampoco soy un bebé vulnerable, puedocuidarme sola, además él no me hará daño estando aquí.
-¿Quieresque me vaya?
-Quieroestar sola.
-Mh,está bien.- dijo al fin. Me besó y se fue. Cuando estaba en lapuerta se detuvo.
-Llámamesi necesitas algo ¿sí?
-Loharé.- se fue y me tiré en la cama exhausta. No podía seguirfingiendo, esto no estaba bien. Él se preocupaba tanto por mí, perono podía pensar en eso. Connor podría estar en cualquier lugaresperando para atacarme. En ese momento él podría estar espiándome,es peligroso estar aquí, no quiero meter a Harry en más problemas,lo único que hago es complicar su vida en todos los aspectos. Yo noquería seguir estorbando en su vida, seguir molestándolo. Aunque élme dijera mil veces que yo no lo molestaba jamás lo creería ¿Cómono va a molestarle que una enferma depresiva lo moleste y lo confundatodo el tiempo? Debo huir, debo escapar. Pero tampoco me atrevo avolver a herirlo y preocuparlo. Él me ama y me necesita aquí,además no tiene sentido escapar, jamás volvería a encontrar unlugar que me diera tanta calma y tanta paz.
Laslágrimas inundaron mis ojos. No quería herirlo pero tampoco queríaseguirle dando problemas, todo era tan confuso. Si lo dejaba iba alastimarlo, pero si me quedaba le seguiría dando problemas ypreocupaciones, a su vida complicada lo que menos le faltaba era másproblemas, él tenía que ocuparse de su familia, de su carrera, desu vida. No podía agregar más problemas a su vida, no tenía elderecho de hacerlo. Desde que nos hemos vuelto a ver cosas malas lehan pasado, yo soy un desastre y lo único que hago es confundirlo yllenarlo de dudas y problemas. Es que ni siquiera puedo conmigomisma, no puedo cambiar lo que siento, pero mis pensamientos meconfunden y no me dejan hacer las cosas bien, y es maldita voz...
Esperenun segundo...
Eneste último tiempo no las he oído, no he escuchado nada, ni burlas,ni dolores de cabeza intensos... nada.
¡Talvez la droga que Connor me dio sí funcionó!
Talvez no me manipuló para tener sexo conmigo. Tal vez mi subconscientequería que lo hiciera...
Esono quita que haya intentado matarme y me haya golpeado.
Talvez deba agradecerle, sé que podría herirme, pero no podré huirtoda mi vida. Tengo que hacerme cargo de esto, y dejar de molestar alas personas, ya no soy una niña, tengo que hacerme cargo de misacciones y de las cosas que me pasan.
Melevanté de la cama y me vestí con la ropa que había usado ayer,limpié mi rostro para quitar el maquillaje corrido, demostrabadebilidad, aunque no lo logré mucho pero algo es algo, le dejé unanota a Harry diciendo que iba a hacerme cargo de esto. Salí de lacasa y caminé por las calles hacia la casa de Connor, cada paso quedaba era más corto y más lento. Tenía mucho miedo de lo que iba apasar. Tenía miedo de lo que él me pudiera hacer, tenía miedo deque hubiera herido a mi madre por mi jodida culpa. El miedo meparalizaba.
Derepente me detuve.
Nosé dónde es la casa de Connor.
Medi la vuelta y miré hacia mis alrededores esperando verlo, pero no,no estaba ahí. Tomé mi móvil y le envié un mensaje diciendo sipodíamos vernos en el parque. Caminé hacia el parque y me senté enun banco, mis manos temblaban esperando que me contestara.
(...)
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Lost in the darkness (editando)
Teen Fiction"¿Puede un corazón que ha sido destrozado volver a sentir?"