La tensión entre Julián y Enzo se nota en cada cruce, tanto en la vida real como en los grupos. El contraste entre el pibe relajado y el turro canchero promete generar chispas desde el principio.
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El viernes por la noche, el grupo se encontraba nuevamente reunido en la casa de Licha, esta vez para una noche mucho más tranquila. No había grandes eventos que discutir, ni tensiones por resolver. Solo una velada casual de risas, jodas, y anécdotas. Era uno de esos días en los que simplemente se disfrutaba de la compañía, y aunque todo parecía relajado en la superficie, los pequeños detalles entre ellos mantenían la dinámica interesante.
La casa de Licha, aunque no era demasiado grande, siempre se sentía como el lugar ideal para estas reuniones. Ya habían comido algo sencillo, y la conversación fluía entre ellos de manera natural. Se sentaban dispersos, algunos en el sillón, otros en el piso con almohadones, mientras el televisor transmitía un partido que nadie estaba viendo realmente.
-Che, ¿vieron el último meme de Twitter? -preguntó Tucu, mostrando su teléfono a todos mientras se reían a carcajadas.
Lautaro, siempre el más inquieto, empezó a imitar la escena del meme, causando que Tucu le siguiera el juego. Pau, Lean, y Enzo observaban, medio divertidos, medio incrédulos, mientras los dos hacían el payaso por el living.
-¡Pará, van a tirar todo! -gritó Pau, mientras Enzo se levantaba para separarlos de un empujón.
-Tranqui, tranqui, ya fue. Hoy no vine a romper nada -dijo Lautaro, medio riendo, mientras se acomodaba en el sillón.
Julián estaba algo más callado de lo habitual. Observaba el grupo, pero su mente volvía cada tanto a las conversaciones que había tenido con Enzo y, más recientemente, con Nicolás. No es que estuviera molesto, pero sentía una especie de inquietud latente que no podía ignorar. Mientras tanto, Enzo parecía estar en su propio mundo, revisando el celular de vez en cuando, aunque de vez en cuando cruzaban miradas rápidas que no pasaban desapercibidas para ninguno de los dos.
-Che, ¿hacemos algo o nos quedamos acá tirados toda la noche? -preguntó Cuti, estirándose en el sillón.
-Podríamos ver una peli -propuso Lean-, o sino algo de cartas.
