capitulo 23

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Capitulo 23

-cuando fumo, siento que floto. Puedo ver el futuro, ese en el que creo un mundo donde todo brilla, como la sonrisa de Deni –me interrumpió

-¿Quién es Deni?

-el amor de mi vida... la mate.

Me miro asustada. Así que le explique todo.

-conmigo podes hacer lo que quieras, yo ya estoy muerta. Podes intentar revivirme, pero mi corazón vive en la oscuridad desde hace tiempo que no ve la luz del dia.

-te voy a salvar, solo dame tiempo.

Te voy a sacar de tu miseria, te llevare conmigo. Quizás aun pueda enamorarme y enamorarte, pero jamás podre darte esa parte de mi, esa que se había ganado ella. Soy un desprolijo pendejo mirando por la ventana esperando verla pasar. A veces imagino su tacto y se siente tan real que duele.

Teresa:

Creo, siento... que puedo caer por el. Pero me da miedo, tanto miedo que me hela la sangre el solo pensar que el amor verdadero nunca llegara para mi. Este hombre tiene algo especial que no se encuentra en su físico, si no en su mente, su alma y corazón. Luego de escuchar su historia supe que el podía liberarme, pero jamás podría amarme. Y tampoco se si yo podre amarlo...

Repeti su anterior gesto tomando su mano, estaba fría, aspera y era gruesa, pesada. Como si en sus manos cargara con todo el peso de la vida que lleva.

-esta por amanecer, vamos al lago.

Xavier:

La mire fijo, en sus ojos había algo conocido. Era la mirada compasiva de Denise. Comencé a llorar.

Quiero volver a verme reflejado en sus ojos claros, verla insensata, que llene mis vacios inmensos porque no encuentro la calma. El vacio que dejo su sonrisa, su mirada, su tacto y sus palabras acababa de encontrarlo nuevamente en otros ojos. Y se sentía como un reemplazo. Que fue primero, ¿el poeta o los excesos?

-Teresa, ¿puedo decirte algo?

Las lagrimas se escapaban de mis ojos sin que pudiera controlarlas.

-claro –me abrazo con calidez.

Su cuerpo era pequeño, frágil, podía romperla si la tocaba con mucha fuerza.

Nos sentamos frente al lago, viendo como el sol aparecia poco a poco para iluminar su rostro con calidez.

-quiero transmitirte mis palabras con un beso. ¿me lo permites?

Me miro con dulzura, nuestras pupilas se comenzaron a dilatar, los labios aun no se tocaban pero estimulabamos sensaciones con el tacto de los dedos. Me acerque a su boca con lentitud y pude sentir el aroma a tabaco y ayahuasca, un ligero toque de menta y se palpitaba en el aire la calidez de su sonrisa. Entonces roce sus labios con los mios en un breve instante, su cuerpo se acercaba al mio, su aliento se sintio cálido al separar nuestros labios, nos miramos con cariño y nos volvimos a pegar para unirnos completamente, se sintió un nuevo cominzo, un nuevo calor, nuevas emociones. El frio se disipaba con cada roce, la mañana nos miraba con asombro y envidia, porque estábamos demostrando que el amor siempre llega para todos, sin importar las circunstancias. Terminamos haciendo el amor en el agua, sintiéndonos únicos en el mundo. Fue un acto lleno de amor y pasión. Por fin revivía, por fin sentía, por fin olvidaba.

Denise, si me estas viendo, o sintiendo. Se que estas aca, te encontré en un nuevo cuerpo como lo prometi.

Y si un dia te vas, y si un dia no estas, si no puedo dejarte ir, cuando la oscuridad gane, muéstrame tus pedazos, te mostrare los mios, cuando la ficción supere a la realidad, luchare por sobrevivir dejando mis huesos enteros y mi alma en trozos, porque soy eternamente tuyo.

A lo lejos logre distinguir el sonido de las sirenas de la policía, nos alertamos de inmediato, ambos sabíamos lo que estaba pasando. Era imposible escapar sin dejar rastro, alguna cámara habría captado mi rostro.

Salimos del agua y nos vestimos apurados entre besos húmedos y calientes llenos de mas deseo y placer, pero ya no había tiempo y no sabia cuando la volveria a ver. Pero sabia donde encontrarla. Seria un amor nocturno.

Corri hacia el auto y me despedi, saliendo hacia el campo. Adentrándome en la oscuridad ya no pude verla y supe que podría perderla para siempre si no hacia las cosas bien. Todo el camino a casa pensé en ella.

Llegue rendido a las doce del medio dia, fui al baño con un cuchillo, hilo y aguja.

Corte mis parpados y los coci mas arriba para hacer que mis ojos luzcan mas grandes. Ya no me reconocía en el espejo, había desfigurado todo mi rostro en los últimos tiempos, mis pómulos, sonrisa y ahora los ojos, parecía salido de una película de terror y ni siquiera sentía el dolor de la piel rasgándose.

Apocalipsis de las almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora