Capitulo 24
Cuando sali del baño fui a comer algo, Amanda me miro raro, tuve que explicarle. Si bien ella sabia una gran parte de la historia, me tome el atrevimiento de detallar todo lo sucedido hasta el momento.
Después escribi una ultima nota antes de volver a salir, a eso de las seis de la tarde.
"nos balanceamos hacia el abismo, las heridas sangran, la piel se moja...
A donde quiera quiera que vaya una cicatriz se abre en tu nombre, sin embargo, no estas ahí para oírme pronunciar tus letras, analizar tu anatomía, y dedicarte mi poesía.
Pero dejame decirte, que he vuelto por vos, que te encontré sin buscarte, que respire tu mismo aire otra vez, que nuevamente me perdi en tu boca y me encontré en tu mirada."
Llegue al parque y me sente frente al lago para esperarla, sabia que volveria a mi.
Morir y renacer, aniquilar y devolver. Aprender lo mismo una y otra vez. Eso pensaba de la vida, un sin sentido total. ¿De que me sirve vivir si no la tengo? No es lo mismo, no es su calor, no es su color ni su voz. Teresa yo te aprecio por todo lo que tenes que vivir, pero no me siento bien al reemplazarla, porque es eso. Quizás la reencarnación no existe y solo estoy cayendo al abismo de la locura. Pero que bien se siente estar loco...
Entonces llego, y al verla caminar supe que no eran sus pasos, no era su cuerpo, pero ¿Por qué me atraía tanto? Quizás era la falta de cariño que su cuerpo manifiesta, y quiero morir entre sus brazos imaginando que es Denise.
Nos saludamos con un beso. Cuando llego ya eran las dos y cuarto de la madrugada, había perdido la cuenta de las horas que llevaba esperándola, se me fue el tiempo imaginando, volando por las nubes mientras quemaba uno.
El terror se sientio inminente al escuchar ese familiar sonido, la policía. Subi a Teresa al auto conmigo y sentí miedo, ya sabían donde encontrarme, alquel dia seguro supieron de quien se trataba.
Le pregunte si traia algo de dinero encima, asintió, el temor en su rostro era visible y en sus palabras había temblor.
Paramos en una estación de servicio y compre un bidón de gasolina y dos botellas de agua.
-¿Qué pensas hacer?
No respondi, simplemente arranque el auto y conduci hasta un terreno baldio. Cuando llegamos oculte el auto tras unos arboles y temblando empape mi cara con gasolina y abri las botellas con el encendedor en la mano, las lagrimas brotaban de mis ojos y Teresa me miraba horrorizada. Cerre los ojos con fuerza y encendí la llama del encendedor, acercándola a mi rostro con lentitud. Pronto mi rostro ardia en llamas y volqué toda el agua sobre mi.
Solte un fuerte alarido de dolor, mis ojos lagrimeaban con fuerza y mi piel ardia horriblemente, quizás así se sentía arder en el infierno. Pero mi mente se sintió en paz, no era consciente de todo el dolor que llevaba dentro, tanta nostalgia y pena. Entonces entendí por que Denise hacia eso. El dolor físico reemplaza el emocional, lo tapa, pero no lo borra, puede ser una ruta de escape pero no es una solución para nada, simplemente te daña mas, sin que te des cuenta se vuelve adictivo, y puedo decirlo ya que pase una semana completa haciéndome daño físico por lo ocurrido después de esa horrible secuencia.
-estas terriblemente loco, no se como pude pensar que me salvarías, o que podias amarme. Me entregue a vos sin pensarlo, me entregue con pasión y pensé que podrías llegar a sentir lo mismo, pero veo que solo te enfocas en ser un criminal, quien sabra cuantas personas mataste con esa ridícula excusa de salvar el mundo.
No sos ningún dios, solo un idiota con complejo de salvador, sos narcisista y sociópata, ojala te mueras pronto. Ves el mundo color negro porque te estas pudriendo en tu tristeza, te estas ahogando en tu propia laguna. Y te lo digo yo, que tengo una vida de mierda, no se que tan mala es la tuya, pero nada de lo que haces puede justificarse, andate a la mierda maldito loco.
Lloraba desconsoladamente, la había decepcionado. Me mire en el espejo del auto, mi piel tenia heridas muy graves y agonizaba de dolor tirado en el piso, mientras yo también lloraba y no sabia que dolor causaba el llanto.
-llevame hasta el parque, y no quiero volver a verte cerca del lago, sos un mounstro, la policía no tardara en capturarte porque tenes el aspecto de un criminal de novela de terror.
Con dificultad me reincorpore y subi al auto, apenas podía ver por las lagrimas, pero aun así comencé a manejar hasta el parque, la deje frente al lago y volvi a subir luego de susurrar un suave "lo lamento" que seguro no escucho.
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Apocalipsis de las almas
Aléatoireuna droga cambia la vida de un despreciable y poético hombre.