CAPÍTULO 21

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""Asher"

Desperté antes que Eloy, con el sol aún oculto tras el horizonte. Me metí en la ducha, lavé mi rostro y cepillé mis dientes. Luego, me dirigí a la cocina para preparar el desayuno. Mientras cocinaba, mi mente divagaba sobre lo que le había confesado a Eloy la noche anterior; el amor que sentía por ella era abrumador, pero el momento no parecía el adecuado para expresarlo.

•Quince minutos después•

Entré en la habitación con una bandeja repleta de pancakes y una humeante taza de café. Era hora de despertarla.

—¡Buenos días, Eloy! Es momento de levantarse.

—¿Mmm? ¿Ya es hora? Aún está oscuro...

"Con una sonrisa, me acerqué a ella y me senté en el borde de la cama.

—Lo sé, parece que el sol se ha quedado dormido. Pero nosotros no podemos hacer lo mismo. Hoy tenemos una competencia importante, y quiero que estés lista.

—No sé cómo haces para estar tan despierto a esta hora —susurré, estirándome con un suspiro.

—Me levanté temprano para asegurarme de que todo estuviera en orden. Además, te preparé el desayuno. Necesitamos toda la energía posible.

—Vaya, me sorprende. No sabía que eras tan atento. ¿Quién eres y qué hiciste con mi amigo Asher?

—No exageres, solo quise ser amable. Después de todo, me salvaste la vida.

—No había pensado en eso, gracias por todo.

—Te dejaré desayunar. Iré a darme un baño.

—¡Espera! —lo llamé mientras lo sujetaba del brazo.

—¿Qué sucede? —preguntó Asher.

—Ayer tuve un sueño extraño, soñé que me contabas algo, pero no logro recordar qué era.

—Soñaste conmigo, así que estabas pensando en mí, quién lo diría.

—¿Qué? No digas tonterías, solo fue un sueño —respondí, mirándolo fijamente.

—Bueno, si tú lo dices... Iré a darme un baño. Come todo el desayuno.

"Elowin"

Pensando en lo extraño de mi sueño, me di cuenta de que nos esperaba un gran día: el día de la competencia, y teníamos que ganar.

Terminé mi desayuno rápidamente y, casi sin darme cuenta, entré a la ducha. Cuando salí, no sabía qué ponerme. Al revisar mi maleta, encontré un suave pantalón gris y decidí combinarlo con una blusa de tirantes blanca y unos tacones cristalinos. No recordaba haberlo empacado, pero parecía una buena elección. Terminé de vestirme y, mientras me cepillaba el cabello, Asher entró en la habitación y se quedó mirándome.

—Oye, Eloy, ¿me dejas cepillarte el cabello? Siempre he tenido curiosidad.

—Mmmm... Sí, claro, adelante.

—Gracias —dijo Asher emocionado mientras tomaba el cepillo—. ¿Por qué te da curiosidad tocar mi cabello?

—Es que tu cabello es hermoso, como una cascada fluyendo suavemente sobre piedras preciosas.

—Vaya, nadie me había dicho algo así sobre mi cabello. Gracias.

—Deberías dejarlo suelto. Además, te ves muy bien con esa ropa. Nunca te había visto así.

—Gracias, Asher, tú también te ves genial.

"Un golpe en la puerta interrumpió nuestra conversación."

DesilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora