CAPITULO 7

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El sonido de la alarma me despertó. Me quedé unos cinco minutos en la cama, después me levanté y tomé una ducha fría. Al salir, abrí el armario y agarré un vestido largo con flores y unos tenis. Terminé de vestirme y bajé a la cocina a desayunar. Por suerte, mi madre ya me había dejado el desayuno en la mesa. Terminé de comer, tomé mi mochila, abrí la puerta y vi a mi madre esperándome en el auto.

—¡Buenos días, mamá! —dije mientras abría la puerta.

—¡Buenos días, cariño! ¿Cómo amaneció mi princesa?

—¡Muy bien, mamá! Mucho mejor que ayer.

—¡Qué bien, cariño!

Mi madre conducía y yo estaba emocionada por saber cómo fue la cita de Stella y Asher. Moría por saberlo.

"Llegamos."

—¡Cuídate mucho, mamá! Y ten un buen día de trabajo, te quiero.

—¡Igual, cariño! Pórtate bien.

Entré al patio y vi a las chicas sentadas en la esquina de la fuente.

—¡Buenos días, niñas!

—¡Buenos días, hermosa! —respondió Elina.

—¡Buenos días, cariño! —respondió Stella.

—¡Stella, ya cuéntanos cómo te fue en la cita de ayer! —dijo Elina.

—En realidad, la cita estuvo muy divertida. Aunque al principio, Asher estuvo muy pensativo, luego empezamos a hablar y todo fluyó. Él y yo tenemos los mismos gustos por las cosas caras. También descubrí que tenemos muchas cosas en común y lo mejor de todo es que él me llevará a conocer a sus padres hoy en la noche. Además, me dijo que su papá es el dueño del banco más popular de aquí.

—¡Wow! Sabía que él era un chico rico —dijo Elina—. Pero nunca pensé que lo fuera tanto.

—¡Lo mismo digo! Pero, ¿no crees que es muy pronto para que ya te lleve a conocer a sus padres?

—¡Por supuesto que no, Eloy! Estoy muy emocionada por conocer a sus padres.

—Si esta es tu decisión, te apoyamos —dijo Elina.

—Sí, te apoyamos —dije sonriendo.

—¡Gracias, mis reinas! —dijo Stella.

—¡Oigan, Asher y Milán! —anunció Elina mientras venían hacia aquí.

—¿Qué? —dije con cara de asombro y el corazón latiendo acelerado.

—¡Qué guapo está! —dijo Stella—. Mírenlo, siempre tan formal.

—Milán se ve tan lindo —agregó Elina.

Me quedé paralizada mientras ellos se acercaban.

Asher se acercó y le dio un beso a Stella en la mejilla, mientras Milán le besaba la mano a Elina.

—¡Buenos días, Eloy! —dijo Milán.

—¡Buenos días! —respondí.

—¡Buenos días, niña! —me saludó Asher.

—Me disculpan un momento, iré a tomar un poco de aire. Tengo mucho calor.

—¿Estás bien, cariño? ¿Quieres que te acompañemos? —preguntó Elina.

—¡No, nena, tranquila!

Me dirigí hacia la puerta de la universidad y me quedé mirando los árboles, pensando que definitivamente sería muy difícil alejarme de este chico. Él y Stella van a tener una relación muy pronto y tendré que verlo todos los días.

DesilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora