Lavanda Vintage

Capítulo 25: Un paso adelante

Tras dos horas después, Cal apagó el televisor y guardó los mandos. Zein se había traspuesto en el sofá-puff.

CAL: Lo siento, es que estaba muy concentrado.

Cal tocó la rodilla de Zein para espabilarlo.

ZEIN: Ah, sí, sí...

CAL: ¿Quieres quedarte a comer?

ZEIN: Mmm... Vale. Pero tendría que volver a casa de mis padres para avisar.

CAL: ¿No puedes conectar con ellos?

ZEIN: No sé cómo hacerlo con el cacharro DieC. Da igual. Me doy un paseo.

CAL: Como quieras.

Cal se puso en pie.

CAL: ¿O quieres ir a comer por ahí? Han abierto una franquicia de hotdogs por aquí cerca. Tienen hasta salchichas con sabor a fresa.

ZEIN: Eh... Interesante. Pero prefiero que me sorprendas tú. ¿Qué se te da bien cocinar?

CAL: Yo hago las comidas ligeras, que son las del día a día. Reyna hace las grandes y especiales.

ZEIN: Quiero verte en acción.

Cal tocó la pared. Esta se volvió de color lima.

CAL: ¿Un arroz con longaniza?

ZEIN: Perfecto. Con un poquito de condimento.

Cal tocó la pared. Cambió a color rojo.

CAL: Perdón. Es que engancha. A veces, me paso un buen rato con esta tontería.

ZEIN: Entiendo.

Cal tocó la pared. Cambió a color lavanda. Zein torció la boca, aunque con una discreta sonrisa. El tacto del sofá-puff le invitó a tumbarse.

CAL: ¿Estás bien?

ZEIN: Sí. Es solo que...

CAL: ¿Qué?

ZEIN: Ya sabes... Ella.

Los cumpleaños de Zein se habían vuelto calmados y discretos. Una simple salida vespertina a una franquicia de comida rápida servía para despejar mentes junto a Aurora, Cal, Lyra, Angelo, Selene y Joel. El lugar elegido para los 15 años fue un Taco Bell. En las mesas de la planta alta, hablaban distendidamente.

CAL: ¿Cuál es vuestro top 3 profesores?

ZEIN: Cosas de clase, no, por favor.

ANGELO: ¿Os caen mal todos?

SELENE: No es odio, pero es difícil llevarse bien. Estamos en situaciones desiguales.

AURORA: Ya. Cuesta ver a un profe como un...

SELENE: ¿Humano?

ZEIN: ¡Hala!

SELENE: O sea, digo como alguien normal, amable, que te cruzarías por la calle.

ZEIN: Eso sí.

Lyra posaba las manos sobre el borde de la mesa.

LYRA: Bueno. Cambiando de tema... ¿Cuándo podréis quedar?