Capítulo 29: Desahogo

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Sobre las seis de la mañana, Zein se despertó. La luz del dormitorio todavía seguía encendida. Al agachar la mirada, descubrió sobre su rostro el dibujo de Aurora que contempló horas atrás. Como aún quedaba tiempo para despertar de verdad, decidió echar un vistazo de nuevo. Su mente se calmó.

Para no comerse la cabeza en casa durante el mes de expulsión del instituto, Zein acudía a la biblioteca del barrio para repasar futuros exámenes. Tanta prisa se daba que antes de las 11 de la mañana ya estaba de vuelta a las calles.

Acostumbró a entrar a un Consum y comprarse un batido de cacao junto a rosquilletas de pipas. Sentado en un banco de madera, atestiguaba el ir y venir de viandantes y conductores.

Antes de regresar a casa, siempre desviaba el camino como excusa para dar un amplio paseo. Prefería hacerlo sin distracciones, aunque de vez en cuando miraba el móvil por si Aurora le había enviado un mensaje.

En una calle cercana al centro, al doblar la esquina, se topó con Ibra. Los dos, tras unos segundos de confusión, se chocaron las manos.

IBRA: ¿Qué te cuentas?

ZEIN: Me han expulsado un mes del insti.

IBRA: ¿Qué dices?¿Has hecho algo o...?

ZEIN: Le pegué a Almagro.

IBRA: Ah, el profe ese imbécil.

ZEIN: Todo esto ha sido por el tema de Sofía.

Ibra desvió la mirada.

IBRA: Yo ahora estoy yendo a un centro. Lo bueno es que conozco a muchos. ¿Hay alguno de Renacer en tu clase?

ZEIN: Diría que no.

IBRA: Seguimos peleándonos con ellos en las calles. De hecho, ahora iba a hacer una visitilla a unos.

ZEIN: ¿Conocidos de Fede?

IBRA: Más o menos. ¿Te vienes?

Zein miraba a los lados.

IBRA: Estos no van a dar problemas, eh. Va, y así te entrenas un poco.

Ibra apoyó la mano en el hombro de Zein.

IBRA: Seguro que tienes ganas de desahogarte.

Zein ladeó la cabeza.

El destino se situaba a una manzana del IES Sant Ferrer, un instituto de fachada blanca arcaica con detalles en verde aséptico. En un banco de madera, había tres chicos con chándal gris. Uno de ellos era delgado, rubio y con gafas. El del medio, castaño, peludo y lleno de acné. Y, el último, ligeramente moreno y repleto de tics. Zein e Ibra los miraban desde una esquina.

IBRA: Mira, son esos. Un conocido mío me dijo que solían ponerse ahí en los patios. Así que démonos prisa.

ZEIN: ¿Qué es lo que han hecho? Parecen un poco a los amigos que tendría Cal.

IBRA: Hacer comentarios muy fuertes por TikTok a gente mía. Y más cosas. Le pasaban por privado de Twitter a gente fotos de muertos y más cosas así para amenazar.

Diez segundos de silencio hubo.

IBRA: Y también se rieron de la amiga tuya.

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