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THE SOUND OF YOUR SOUL
el sonido de tu alma
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Nuestro primer encuentro
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El día estaba cargado de movimiento, como siempre en esta parte de la ciudad. La gente pasaba apurada, caminando con el celular en mano, algunos mirando al suelo, otros viendo relojes o hablando con alguien a su lado.
Había una señora que caminaba más despacio, como si disfrutara cada paso, mientras un grupo de adolescentes la esquivaba, riendo a carcajadas y siguiendo su propio ritmo, indiferentes a la velocidad de los demás.
Era fascinante ver cómo cada persona estaba absorta en su propio mundo, como si el resto no existiera. De alguna manera, era lindo, verlos tan desconectados de todo lo demás, enfocados solo en lo que tenían frente a ellos.
Pero entonces, los ruidos comenzaron a molestarme.
Primero fue el sonido de los autos. Los motores rugían, las bocinas no dejaban de sonar. Un auto aceleraba en exceso, haciendo que el ruido me retumbara en la cabeza. Luego fueron los pasos, el constante golpeteo de zapatos contra la acera, los murmullos incesantes de las personas a mi alrededor.
Cada sonido parecía mezclarse con el siguiente, formando un caos que no podía ignorar. Un escalofrío recorrió mi espalda, y de repente, el ruido se volvió ensordecedor.
No podía más.
Con movimientos lentos, me llevé las manos a las orejas y comencé a quitarme los implantes cocleares. Primero uno, luego el otro. Sentí cómo el silencio absoluto me envolvía, llevándose todo el ruido del mundo con él. Era como si hubiera apretado un botón mágico que me transportara a otro lugar, uno donde solo existía la calma.