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THE SOUND OF YOUR SOUL
el sonido de tu alma
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━Torpe.
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El silencio del pasillo me envolvía, pero no era cómodo. No sabía qué pensar de él. Bakugo estaba a unos metros de mí, recostado contra la pared con los brazos cruzados y esa mirada que siempre parecía querer atravesarte como una bala. Había algo en él que me descolocaba, y aunque intentaba no pensar demasiado, su presencia era imposible de ignorar.
Acaricié la tapa de mi libreta con los dedos, sintiendo las marcas del uso constante, mientras mi mente daba vueltas. ¿Por qué me había ayudado? ¿Por qué se molestaba en hablarme siquiera? Era Bakugo Katsuki, el tipo que nunca se callaba, el que siempre estaba gritando, insultando o desafiando a alguien.
Y, sin embargo, aquí estaba. En silencio.
De reojo, lo miré. Su cabello despeinado brillaba tenuemente bajo la luz parpadeante del pasillo, y su mandíbula estaba tensa, como si incluso el silencio lo enfadara. Pero había algo diferente en él. No estaba gritando, no estaba moviéndose como un huracán listo para arrasar con todo. Solo estaba ahí. Quieto.
Mi corazón dio un salto al verlo moverse ligeramente, como si fuera a hablar, pero no dijo nada. ¿Qué estoy haciendo? pensé, apretando mi libreta entre las manos. No debería estar mirándolo tanto. No debería estar pensando en cómo el silencio le quedaba bien.
Mis ojos se clavaron en el suelo, y traté de ordenar mis pensamientos, pero mi mente estaba hecha un caos. Cada vez que pensaba en su tono preocupado de antes, en cómo me había sacado del ruido, sentía un calor extraño en el pecho. Y entonces me vino esa afirmación que tanto evitaba: Me gusta Bakugo Katsuki.
El simple pensamiento me hizo sentir como si el mundo entero se detuviera. Yo sabía que era arrogante, molesto, demasiado ruidoso... y aun así, me había protegido. Me había sacado de ahí. Y ahora estaba aquí conmigo, sin nada que ganar.
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The sound of your soul
FanfictionElla, solo quería ser su amiga. Sin saberlo, se había convertido en el centro de sus pensamientos, en su razón para contener explosiones internas y externas. Cada gesto suyo, cada intento por acercarse a él, lo hacía caer más profundo, hasta perders...