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THE SOUND OF YOUR SOUL
el sonido de tu alma
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Un completo desastre.
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Denki Kaminari.
Todo pasó en un instante. De alguna manera un villano reapareció y nos atacó justo cuando bajamos la guarda, fué Sumire la que de repente quedó separada de nosotros, aunque no demasiado lejos. Estaba caída sobre el suelo, con las manos temblorosas mientras intentaba moverse bajo la manta aislante que Momo había hecho.
—¡Sumire! —grité, dando un paso hacia ella, pero otro villano se interpuso en mi camino.
No tenía forma de ayudarla. Ví como ella tocaba nuevamente sus orejas, había prendido nuevamente sus implantes, y realmente quería gritarle que apagara los malditos audífonos cuando la vi retraerse nuevamente, pero ni siquiera podía hacer eso. El villano frente a mí, un tipo enorme con brazos musculosos y movimientos rápidos, no me dejaba un solo respiro.
Mi traje de héroe era más un estorbo que una ventaja; no podía lanzar electricidad sin preocuparme por dañar a quienes estuvieran cerca, y mi habilidad limitada me obligaba a ser calculador.
—¡Maldita sea —gruñí entre dientes mientras esquivaba un puñetazo que podría haberme roto la mandíbula.
Rodé por el suelo, cargando apenas lo suficiente de electricidad en mis dedos como para aturdirlo sin lastimarlo de más. Lo conseguí, pero no fue suficiente. Aquel hombre se tambaleó un momento, pero volvió a lanzarse hacia mí con más rabia. Mientras peleaba, mi mirada se desviaba constantemente hacia ella, estaba paralizada, temblando de dolor. Sus manos agarraban su cabeza como si quisiera arrancarse los implantes cocleares que la estaban torturando.