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THE SOUND OF YOUR SOUL
el sonido de tu alma
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Emoción.
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Para los demás, al parecer, soy una chica distante, inaccesible, alguien con aires de superioridad. Al principio, no entendía por qué pensaban así de mí. Pensaba que tal vez era porque no me acercaba lo suficiente a ellos o porque no sabía cómo iniciar una conversación. Pero luego me enteré, hace apenas unos días, que muchos de mis compañeros habían intentado hablarme y yo, sin siquiera darme cuenta, los había ignorado. Todo por culpa de mis implantes cocleares, que llevaban semanas descompuestos, y la verdad es que no quería contárselo a nadie.
Por suerte, ese día ya tenía unos nuevos, y por primera vez en mucho tiempo, podía escuchar perfectamente. Me daba miedo reconocerlo, pero había sido un alivio no tener que explicarle a All Might lo que pasaba. Aunque, como siempre, él ya lo sabía antes de que yo abriera la boca.
—"Tu audición es importante para tu entrenamiento, joven."
Había dicho con esa sonrisa suya tan característica mientras me entregaba los nuevos implantes. Me dolió un poco admitirlo, pero tenía razón. Sin poder escuchar bien, me estaba perdiendo no solo de las clases, sino también de todas las pequeñas interacciones que podían haber marcado la diferencia con mis compañeros.
Ese día, como muchos otros, comencé mi jornada con la clase de inglés. Todavía me cuesta seguirle el ritmo a Present Mic, y más cuando empieza a gritar, pero me las arreglo como puedo. Al final, la mayor parte del tiempo es cuestión de leer los labios y adivinar por el contexto.
Después de clase, subí a la cafetería. Siempre me siento en la misma mesa, una que está justo al fondo, cerca de la ventana. La verdad es que nunca había tenido muchas interacciones con mis compañeros de clase. A veces me sentía como una sombra, presente pero no vista, o al menos no de la forma en la que me gustaría.