Desagrado mutuo | AouBoom

capítulo 20

— buenos días. — saludó Boom, dándole los primeros besos de la mañana en todo su rostro, obligándolo a despertar. — lamento tener que recordarte que debemos ir a trabajar.

Aou tocó su propia mejilla con su dedo índice. — faltan besos aquí.

— de inmediato te los doy, muñequito. — Boom lo besó repetidamente, haciéndolo sonreír. — ¿sabes que anoche dormimos con todas las luces apagadas?

— se sintió muy bien poder hacerlo. — con timidez, dejó un corto beso en los labios del otro. — me sirvió de excusa para mantenerme abrazado a ti.

— no quiero dormir de otra forma. me gusta que me abraces. — Boom besó su mejilla. — ¿salgamos de la cama?

— quiero unos besos más antes de hacerlo. — pidió el más bajo, volviendo a sonreír cuando los obtuvo. — gracias.

el viaje a la playa había cambiado todo entre ellos. para Aou, Boom ya no era la persona con quien actuaba desagradable, era quien conocía su versión más dulce.

también, Aou había comenzado a sentirse confiado en cuanto a su desempeño como jefe de equipo, y sus amigos lo notaban.

quería hacer sentir a Boom orgulloso de él, quien se encargaba de decirle todos los días que lo estaba, sin importar lo pequeño que fuese su logro.

tras almorzar, el menor volvió a su oficina con intenciones de terminar la presentación sobre la campaña en que estaba trabajando, pero una llamada lo interrumpió.

— joven Thanaboon, — lo saludó el abogado, sonando muy animado. — le tengo excelentes noticias.

— cuénteme. — pidió, tomando asiento de inmediato, porque sus piernas parecían no resistir más su propio peso. — ¿qué novedades hay?

— su padre ya ha sido notificado respecto a la orden de alejamiento. — contestó el hombre. — entró en vigencia la semana pasada, él no puede estar a menos de... — Aou dejó de escuchar lo que el abogado le estaba informando.

el miedo provocó que un agudo pitido atravesara sus tímpanos, ¿de qué sería capaz su padre ahora? él nunca podría escapar de su poder, debería volver a su lado antes de que la situación sea irreparable.

tenía que proteger a sus amigos.

— ¿qué sucederá ahora? — quiso saber, aunque no quería oír la respuesta.

— debemos esperar a que el tribunal fije una fecha para ir a juicio, ya presenté el caso. — el abogado se oía preocupado. — ¿está usted bien, joven?

— sí. — mintió. — llámeme cuando hayan más novedades. — se despidió, y colgó.

Aou sabía que perdería ese juicio. no tenía ninguna evidencia real de los años de maltratos. el abogado de su padre alegaría que él mintió para el informe psicológico. los reportes de los profesores no tendrían peso, si ninguno de ellos testificaba.

su padre se encargaría de hacerlos callar, ya fuera a través del dinero, o de la violencia.

no podía arrastrar a sus amigos a eso. nunca debió permitirse soñar con una vida feliz, alguien como él no la merecía.

la inminente realidad de que volvería a estar solo, sacudió su cuerpo violentamente. corrió hasta el baño, para dejarse caer frente al inodoro. vomitó su almuerzo, el desayuno, y probablemente lo que cenó.

su celular comenzó a sonar. lo contestó sin ver la pantalla, deseando que fuese uno de ellos tres, para poder pedirles su compañía, en lugar de huir.