capítulo 29

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tras ser testigo directa de su sufrimiento los días en que Aou estuvo en coma, la enfermera no hizo comentarios al ver que Boom dormiría en la camilla con el menor.

— ¿estás cómodo? — le preguntó el más alto, sujetándolo contra su cuerpo en un apretado abrazo.

Aou rió, porque le causaba un ligero cosquilleo sentir la respiración del otro contra su rostro, por estar frente a frente. — me tienes muy sujeto. pensé que tras nuestra siesta te sentirías más tranquilo para dormir ahora.

— no me ha abandonado la sensación de miedo desde que casi te pierdo, Aou. — murmuró. — la última vez que te abracé en la oficina, no lo aprecié como era debido. ese fue el último abrazo que pude darte.

el más bajo le devolvió el abrazo, acariciando su espalda cuando comenzó a llorar silenciosamente.

— Boom, siempre hemos apreciado todas las demostraciones del otro. — habló para calmarlo. — tu sonrisa es amplia cada vez que un gesto de afecto nace de mí. tú valoras más que nadie mi amor.

— tú no despertabas. — sollozó. — no importaba cuántos besos te diera, no abrías tus ojos para regañarme por ser temprano.

Aou lo abrazó por sobre los hombros, apegándolo más a él si era posible. — sé que sufriste mucho, Boom. pero estoy aquí contigo, no debes temer más.

— gracias por no olvidarnos, Aou. — las palabras del más alto estaban cargadas de su tristeza. — gracias por volver con nosotros.

— nunca podría olvidar o abandonar a mi familia. — el menor besó su mejilla repetidamente. — el amor que sembraron en mi corazón conservó los recuerdos que hemos cosechado juntos.

Boom lo abrazó con el resto de fuerzas que le quedaban, como si necesitara que se fundieran el uno con el otro a través de ese gesto. — te amo, Aou. te lo diré todos los días. debí decírtelo siempre. te amo.

— también te amo. — el más bajo esperó a que se calmara para alejarse un poco, besándolo pausadamente. — deja de castigarte con ese tipo de pensamientos, Boom. todo lo que hiciste estuvo bien. no cambiaría nada de lo que vivimos juntos hasta antes de lo que ocurrió.

— yo-.

Aou lo interrumpió con un beso, el cual acompañó de suaves caricias. — sigue amándome todos los días, como lo has estado haciendo desde que transparentamos nuestros sentimientos, ¿de acuerdo?

Boom sintió su labio inferior temblar. — lo haré.

— amor, no estés triste. — las palabras de su novio nunca habían sido más dulces que en ese momento. — ¿qué tal si me regalas una sonrisa? pasé mucho tiempo sin ver una de ellas.

— ¿amor? — repitió, haciendo un puchero sin querer. — ¿soy tu amor?

— sí, eres mi amor. — Aou le dió un corto beso. — ¿y mi sonrisa?

las comisuras de sus labios hicieron el esfuerzo por estirarse, pero no logró más que hacer una mueca. — todavía no puedo creer que estás aquí, Aou. temo que si me alegro, terminaré descubriendo que todo esto fue un sueño.

— estamos despiertos, amor. — el menor pellizcó sus mejillas, haciéndolo quejarse. — me tientas a decirte una mala palabra.

— ¿yo qué hice? — parpadeó confundido, sintiéndose peor cuando Aou se alejó del todo para quitarse la camiseta de pijama. — ¿qué haces tú?

Aou rodó los ojos, llevando sus manos al final de la camiseta del mayor para quitársela sin problema. — necesitas sentirme para corroborar que estamos despiertos. — terminando de decir eso, lo abrazó.

Desagrado mutuo | AouBoomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora