Desagrado mutuo | AouBoom

capítulo 8

esa noche, Boom entró a su habitación, colocó seguro en la puerta, y se recostó en la cama, tras asegurarse dos veces de que estuviera cerrado.

podías salir de la tormenta, pero la tormenta no sale de ti.

las cosas con Aou seguían como siempre, y a la vez no. seguían tratándose como si se desagradaran, pero por asuntos que los molestaban en el presente.

fuera de los deberes de oficina, ambos se ignoraban, y se evitaban. como si fuese un acuerdo mutuo.

por la mañana, Boom entró al elevador junto a Aou. ambos estaban solos, sin dirigirse ni siquiera una mirada.

— ¿has pensado en cómo será nuestro trato? — Boom rompió el silencio.

— supongo que como siempre. — murmuró Aou. — harás algo que me moleste, te diré algo idiota, contestarás de la misma forma, First aparecerá con su atomizador, y continuaremos el ciclo.

— ¿podemos limitar eso a discordias de oficina? — preguntó.

— tal vez. — Aou miraba el suelo.

— en serio lamento haberte hablado así esa noche. — habló segundos después. — no tenía porqué hacerte cargar con eso.

— yo no debí provocarte. — Aou lo miró a los ojos por primera vez desde ese día, sin mostrarle desagrado. — ni esa noche, ni antes. te ofrezco una disculpa por eso.

— comprendo la situación que te forzó a actuar así conmigo, y a enfrentarte así con la vida. — Boom sonrió. — cada día es una oportunidad de volver a intentarlo, o de cambiar.

— nunca he celebrado mis cumpleaños. — le dijo de pronto. — bueno, siempre quise vivir la experiencia de que me organicen una fiesta sorpresa. pero nunca tuve amigos, como para que sucediera aquello.

— ¿por qué me lo dices? — se sorprendió Boom.

— para que sepas que, no estás solo. — titubeó.

— es extraño mostrarnos amables. prefiero nuestros insultos matutinos, incluso First se ve más feliz cuando discutimos. — bromeó, mientras las puertas se abrían.

— sí. — murmuró el más bajo.

— hola, Aou. — lo saludó Khaotung, quien los esperaba en su piso, aunque no trabajase ahí, tomándolo de la mano. — vamos por un café.

— no me gusta el café. — contestó Aou, saliendo del elevador, con una expresión de confusión.

— algo te interesará de la cafetería, tú sígueme. — le sonrió. — ah, buenos días, Boom. dile a First que lo amo, y que me llevé a Aou.

— sí, mamá. — sonrió, alejándose hacia la oficina.

una vez que compraron en la cafetería, Khaotung guió a Aou a la terraza, siendo recibidos por el húmedo clima de la mañana.

— lamento que First te hubiese hablado así esa noche. — Khaotung tomó su mano, como si fuesen íntimos amigos, dando inicio a la conversación. — él hace su mayor esfuerzo por comprender a las personas como nosotros.

— ¿como nosotros? — repitió.

— personas que fueron rotas. — contestó con naturalidad. — no creas que pretendo justificarte, convertiste a Boom en el blanco para descargar toda tu frustración. pero ahora que sé parte de tu historia, comprendo el porqué. solo espero que no continúes tratándolo de esa manera, cuando él ya sufrió bastante.

Aou sintió su labio inferior temblar. — no sabía que él atravesó por todo eso.

— nadie sabe por lo que pasa el otro. — Khaotung palmeó su hombro. — por eso me gusta ser amable, ¿sabes? nunca sabes lo que una buena acción puede provocar o detener.