Narra Alondra
El ruido de las teclas chocando con los dedos de Rai inundaban la habitación. Fije mi vista en ella y Dios, traía solo un sujetador color negro, un short no tan largo ni tan corto igual color negro y en su muñeca un reloj que se miraba lujoso.
Aunque se mirara hermosa sabía que era una bestia total, sus hermosos ojos color chocolate, los cuales me causaban terror cuando me miraban, hoy los noté lindos, pero no debía dejarme llevar por su belleza.
Tenía mi ojo morado después de la golpiza brutal que me hizo ayer, solo por hablar con un guardia, poco a poco entendía que yo, le pertenecía, era algo que me costaba entender.
- Alondra, ven aquí - dijo con voz firme y dominante, me asusté un poco.
La cama era grande así que gateé hacia ella ya que estaba en el otro extremo de la cama.
- ¿Si? - temblé un poco.
- Discúlpame por tu ojo - lo señaló.
- N-No te preocupes.
Ella me dio una sonrisa, pero no era como las otras que me causaban terror, esta era como más, ¿sincera? Tal vez.
Rai me jaló hacia ella quedando en su pecho, me abrazó y me dio un beso en mi cabeza como muestra de "amor", pero estaba casi segura de qué esto no es amor.
- Te amo - soltó, aquí vamos otra vez.
Me pegó más a su pecho, podía sentir su corazón latir rápido y su respiración un poco agitada.
- Por favor, no me dejes - me sorprendí.
- Pero Rai, yo no te conozco, no sé qué tipo de persona eres - dije con un poco de miedo a su reacción.
- Se que solo miras ese lado de mi, el brusco, violento y posesivo, pero entiéndeme, no sabes por todo lo que eh pasado - ¿lo que a pasado? Eso me dio curiosidad.
- ¿A qué te refieres? - pregunté curiosa.
- Cuando tenía siete años, mi madre trató de huir. Recuerdo el sonido de los platos rompiéndose, las maldiciones de mi padre llenando la casa. La golpeó tanto aquella noche que pensé que no despertaría. Después de eso, prometí nunca ser débil como ella. Si alguien amaba, tendría que quedarse. A la fuerza, si era necesario. - decía tratando de no quebrarse.
- Lo siento mucho, Rai..- solté contra su pecho.
- No te preocupes, no es tu culpa.
Mientras me hablaba, sentí algo extraño. Una pequeña chispa de compasión por ella, por lo que había vivido. Pero ¿cómo podía sentir eso por alguien que me había golpeado? Mi ojo aún dolía, y sin embargo, su dolor me tocaba en lo más profundo. Pero no debía olvidar quién era. Rai era peligrosa, y yo no podía permitirme bajar la
guardia.La escuché sollozar, aunque trataba de ocultarlo. Las lágrimas caían, mojándome el cabello mientras su respiración se volvía errática. Era como si estuviera presenciando a una versión de Rai que no conocía. Vulnerable, rota. Pero aún así, no podía permitirme confiar en ella.
Su abrazo era fuerte, demasiado. Era como si no quisiera dejarme escapar nunca, como si su afecto viniera con cadenas invisibles. Mi cuerpo se tensaba, pero mi mente estaba atrapada entre el miedo y la extraña sensación de seguridad que, en un retorcido giro, también sentía cerca de ella.
- Prometo cambiar por ti, solo por ti.

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YOU'RE MINE
ФанфикCada paso, cada mirada, cada respiración es mía. No hay rincones donde puedas esconderte, no hay libertad fuera de mi control. Te amo, te poseo, y jamás dejaré que escapes. Eres mía, Alondra, ahora y siempre. Siempre le suplicaba que me dejara ir. Q...