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Olor a naranja

Nicholas se encontró saliéndose de clases a mitad de curso y es que en aquél salón podía sentir a él alfa, sentir su aroma e inclusive sentía su mirada sobre él. Euijoo no era muy bueno disimulando cuando lo miraba.

Una sonrisa tonta se escapó de sus labios cuando pensó en eso, ahora él parecía él tonto.

Pero Byun le había dejado muy en claro que no gustaba de él.

Nicholas realmente sentía que podía matar a Heeseung si lo veía, pero ese era otro tema.

Sus ojos se llenaron de una especie de lágrimas de enojo cuando se enteró y Jay solo le decía que estaba seguro que Euijoo gustaba de él, pero incluso Euijoo había aceptado todo eso.

No entendía en lo más mínimo a Byun.

Nicholas se recargo en él lavabo del baño aprovechándose que la mayoría estaba en clases mientras sus pensamientos divagaban demasiado en Euijoo, en aquel Alfa tonto que no decifraba.

¿Por qué Euijoo parecía tan agusto con él y después simplemente lo ignoraba?

Tal vez ese día él lo había causado, Euijoo ni siquiera merecía aquel golpe de Yuma. Se sintió abrumado por el sentimiento levemente de culpa y un tanto frustrado al pensar que realmente Euijoo no estaba con él, aunque parecía tonto, Euijoo parecía haber decidido.

Y él aún no sabía cómo procesar sus sentimientos.

Su mirada se detuvo en el espejo viéndose a si mismo cuando sintió aquel aroma tan familiar que lo hizó quedar estático.

Olor a naranja.

— Estás solo aquí? — Él alfa preguntó cómo si no hubiera estado ignorandolo momentos atrás. — Me preocupe por qué no volviste a clases.

Euijoo era una buena persona.

— No tenías que venir. — Se enderezó intentando formular un tono de voz normal el cual sonó algo forzado.

Byun mordió ligeramente su labio detonando el nerviosismo que también crecía en él.

Él mayor se recargó en la pared frente al espejo con una leve sonrisa, su mente nuevamente había divagado a la primera vez que intercambio una conversación larga con Euijoo, la vez que había acompañado a Taki al baño en el boliche.

— Losé, solamente vine.

Byun se recargo junto a él, viendo el reflejo de ambos en el espejo.

— Lo siento por ese día, yo no quise decir eso. — Está vez Nicholas mordió ligeramente su labio. — Y lo siento por el golpe de Yuma.

Él alfa asintió con una sutil sonrisa aceptando la disculpa.

— No te preocupes, Nicholas.

Nicholas era demasiado cobarde incluso para mantener su vista en él menor a través del reflejo que Euijoo parecía contemplar con fascinación.

La mejilla de Euijoo ya estaba en su estado natural después de casi una semana que había pasado pero aún así Nicholas temía verla.

Beta Casi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora